Las habituales reuniones de prensa de cada jueves de la vocera presidencial deparan sorpresas y brindan material para los medios de comunicación. La postura más militante que profesional de Cerruti en muchas ocasiones , genera controversias porque en ocasiones, destrata, aconseja según su criterio en vez de responder o desvalora preguntas o consultas de los periodistas acreditados.
En esta ocasión se ocupó, en modo concreto del presidente de la Suprema Corte de Justicia, Héctor Rosatti. Luego de la habitual y reiterada confrontación con el máximo tribunal apuntando a que “ no sólo se gobierna a sí mismo, sino que quiere avanzar sobre los otros poderes”, dirigió críticas a H Rosatti, quien en AnCham se refirió a la excesiva emisión monetaria.
” No tiene conocimientos, ese no es su tema” expresó en relación a la vertido por el presidente del tribunal superior.
En esta oración se centran dos aspectos negativos de la afirmación de Cerruti.
“No es su tema”. El ciudadano Rosatti tendría según la portavoz,temas vedados para expresarse como tal. La afirmación precisa configura un modo directo de censura. Todos los argentinos pueden opinar o expresarse de lo que crean conveniente o les intereses. Limitar esa posibilidad es un hecho concreto de censura. Cerruti la censora. Ella a su arbitrio dispone cual es el tema que es de cada persona. Dislate.
”No tiene conocimiento”. La sapiencia de la vocera parece ser superior. Da por sentado que Rosatti carece de conocimientos sobre lo que se explayó. Arriesgada y hasta imprudente podría ser calificada la opinión de Cerruti. Conoce hasta lo que no conoce Rosatti.
La humildad y la prudencia no parecen ser virtudes de la vocera. Censora y categórica volvió a expresarse.