El periplo del juez Bento frente a la Justicia y el Consejo de la Magistratura lleva dos años. Nada que sorprenda en la gestión de la Justicia argentina, salvo por la excepcionalidad del caso. Se trata de un juez federal elevado a la instancia de juicio oral en su contra.
Hubo un paso importante por la decisión de la comisión de Acusación y Disciplina de solicitar la suspensión y el enjuiciamiento del magistrado, elevando la causa al pleno del Consejo de la Magistratura. Este se reunirá a fin de mes y para que la suspensión y y el juicio político se aprueben son necesarios los dos tercios de los votos de los consejeros presentes.
Bento es juez federal con competencia electoral y en el mes de julio debe afrontar juicio oral, luego de haber pasado el procesamiento en primera instancia, luego por la Cámara Federal que confirmó la sentencia del juez Eduardo Puigdéngolas de San Rafael y el posterior desistimiento de apelación ante Casación.
En el Consejo de la Magistratura,su paso a lo largo de tanto tiempo, se vio favorecido por la inutilidad burocrática del mismo y las discusiones formales acerca de la cantidad de miembros con los que se debía integrar, saldadas por sentencia unánime de la Suprema Corte de la Nación en diciembre del año 2021, disponiendo la inconstitucionalidad de los artículos 2,4,18 y 30 de la ley 26.855 y del decreto 577/13 y que llevó de 13 a 20 nuevamente el número de integrantes.
Fue funcional también a la la demora en el avance del caso, la actitud “cuasi cómplice” de la senadora consejera Inés Pilatti de Vergara, muy cercana a Cristina Kirchner y presidenta de la Comisión de Acusación y Disciplina, encargada del enjuiciamiento de los magistrados.
Pero los tiempos fueron llegando y las dilaciones y chicanas acabando.Sin embargo, la decisión tomada por la Comisión no fue unánime; se produjo por 4 votos afirmativos y 3 abstenciones de los representantes afines al kirchnerismo, Rodolfo Tailhade, Vanesa Siley y Héctor Recalde .
Los consejeros K tuvieron representación en la voz de R. Tailhade, diputado ultra, quién planteó las objeciones al dictamen opositor. Resulta extraña la abstención, analizando la argumentación kirchnerista. ¿ No son suficientes los argumentos para oponerse y sólo alcanzan para abstenerse? Convicción débil pareciera trasuntar.
El kirchnerismo es especialista en proteger a jueces afines con pedido de juicio político por mal desempeño en sus funciones o por motivos de corrupción. Bento ha evitado hasta ahora ir a prisión porque mantiene los fueros. Los militantes kirchneristas del Consejo deshonran con habitualidad la importante tarea a su cargo. También algunos magistrados integrantes, votan corporativamente con criterio protectivo o de mero interés personal,por ejemplo el ascenso de una esposa en el mundo judicial.
La trastienda y vericuetos del paso de W Bento por la Justicia Federal son dignos de señalar.
1) Padrino político de Bento: era ampliamente conocido en el ámbito político y tribunalicio de Mendoza que el soporte y auspicio político para acceder al tribunal federal corrió a cargo del fallecido y operador todo terreno peronista, Juan Carlos Mazzón. Con fidelidad y total servilismo hacia su persona, Bento devolvió con creces el favor recibido.
2) Silencio absoluto de la dirigencia política mendocina: cuando se hizo público el reproche al juez, resultaron llamativas la falta de opinión y la distancia“total y muy prudente” del tema, de la inmensa mayoría de los dirigentes. Sorprendió aún más la conducta porque era un tema conocido y recurrente en ese ámbito y en el de los sectores informados de la sociedad.
La política que trata, debate y se inmiscuye en todos los temas que incumben a la sociedad, sorprendentemente se apartó en este caso específico. Suspicaz la conducta.
3) La pulsión incontrolable de Bento: el cuestionado juez evidenció un impulso incontrolable a la adquisición de vehículos importados ostentosos, a los reiterados viajes al exterior, sobretodo a Miami y Las Vegas, en éste destino como espectador de conciertos de famosos cantantes. Viviendas de lujo en barrio cerrado y algunos viajes en vuelos en aviones privados, mostraban un estilo de vida difíciles de sostener con la remuneración de juez y una tendencia indisimulable.
4) Defensa agresiva y poco efectiva: puesto en la mira de la Justicia, Bento asumió una conducta nerviosa y agresiva, potenciada por el mediático abogado defensor que designó para su defensa. Mariano Cúneo Libarona, avalado por su representado, arremetió contra la Justicia mendocina asimilándola al “Far West”, como sinónimo absoluto de falta de todo tipo de garantías y objetividad.
Justamente él, un conocido fatigador de los pasillos de la cuestionada justicia de Comodoro Py. Una definición poco feliz y distorsionada del televisivo Cúneo Libarona.
Los medios fueron maltratados y considerados falaces y hasta motivadores de los pesares judiciales del magistrado y su familia, imprudentemente vinculada por Bento con su conducta puesta en discusión.Las escasas personas “conocidas” por el juez,fueron sospechadas de traidores e incluso habrían sido quienes difundieron detalles del patrimonio personal y familiar y de sus excentricidades.
Por lo sucedido hasta el presente, no ha resultado efectiva la estrategia asumida por el dúo Cúneo/Bento. Restan la defensa en el juicio oral y en el pleno del Consejo de la Magistratura. ¿Tiempo de reivindicarse?
Lo que si se puede afirmar con seguridad ,es que el tema Bento era motivo de conversación desde mucho tiempo atrás en tribunales y en el círculo rojo de Mendoza.
Hace un tiempo, varios actores perdieron la memoria y no hablaron en público nunca más del tema. Eso se llama coraje personal y cívico.