Se acercan las elecciones generales, en medio de una grave crisis, una más de las tantas y continuas que azotan la Argentina desde hace tiempo. Son escasos y breves los tiempos de mejora y tranquilidad en los últimos 70 años aproximadamente.
- Tanto tiempo de zozobra y decadencia es prueba elocuente y contundente de que el marco del deterioro tiene un alto grado de improvisación, errores, falta de capacidad, ideas esotéricas y ausencia de sentido común.
- La Patria parece, en numerosas etapas, un instituto psiquiátrico donde reina la sinrazón.
- Porqué en esta instancia, no apostamos por el sentido común, abandonado y casi ausente durante largo período de nuestra contemporaneidad.
Sentido común: capacidad para juzgar razonablemente las situaciones de la vida cotidiana y decidir con acierto.
Es un conocimiento que disponemos todos los seres humanos. Se adquiere día a día desde que nacemos y en forma imperceptible, sin ser conscientes de ello. No requiere de aprendizaje previo.
Sinónimos de sentido común: cordura, criterio, entendimiento, inteligencia, madurez, prudencia, sensatez, tino.
El sentido común y todos sus sinónimos se ven lejanos en la vida social de la Patria. Por el contrario prevalecen sus antónimos: insensatez, prejuicio, torpeza, ausencia de escrúpulos, sinrazón, injusticia, equivocado, falaz, falso.
Acentuemos dos conceptos básicos de la definición de sentido común: “ juzgar razonablemente” y “decidir con acierto”.
Con sentido común tenemos “ habilidad de ver las cosas como son y hacer las cosas como se deben hacer”, dijo Josh Billings.
Pongámoslo en práctica. Apostemos a la inteligencia y razonamiento con sentido común. Llevémoslo a hechos concretos de gestión pública en valores esenciales.
Es de sentido común privilegiar la libertad del ser humano. Librémoslo del peso de un Estado inútil y paralizante. Naturalmente los seres humanos apuestan a una vida plena en libertad para formarse, capacitarse, constituir familia y crecer en pos de progreso y mejores condiciones de vida.
Afuera la injusticia, lo falaz, la insensatez, la torpeza de un Estado inútil apartado 180 grados del sentido común, que coarta la libertad de los argentinos para emprender, crecer, vivir en paz y tranquilidad y agregar valor al desarrollo de la vida nacional.
Ejemplos de casos concretos contrarios al sentido común que coartan la libertad.
Los diferentes cepos impuestos a la actividad económica impiden la libertad de producir los bienes de diferentes empresas y en consecuencia se afecta la producción y la libertad constitucional de comercio. Coacción equivocada que aplasta a los ciudadanos libres.
El no poder disponer a voluntad la compra de divisas extranjeras para poder viajar a diferentes lugares del mundo lesionan el derecho constitucional de transitar libremente. Sancionan sin sentido común derechos básicos constitucionales y lesionan la libertad.
A contrario sensu, en forma insensata, torpe e inescrupulosa, aumentan la emisión monetaria, colocan y renuevan deuda interna prácticamente impagable y alimentan una inflación creciente y devastadora.
Podríamos señalar miles de hechos, circunstancias, medidas, normas y disposiciones tomadas totalmente alejadas del sentido común. El resultado está a la vista y duele.
Probemos entonces dando un giro de 180 grados, y es sencillo. No requiere de aprendizaje, estudios sesudos o alquimias de gestión.
Que quienes gestionan la cosa pública apelen al natural SENTIDO COMÚN. Es factible apostar a que todo va a resultar mejor. Es sencillo, fácil y viene con la vida misma.