Muy exigente y extrema fue desde el principio la relación de Lionel Messi con el club francés. Urgido de un título importante, PSG en el año 2022 realizó incorporaciones rutilantes para conseguir el máximo título europeo, la Champions League. Junto a su máxima contratación, el mejor jugador del mundo,arribaron el mejor arquero de la Copa Europa, el italiano Gianluigi Donnaruma, y el símbolo del Real Madrid el zaguero Sergio Ramos.
Se sumaban a un equipo con muchas estrellas. Kylian Mbappe ídolo y la máxima figura, más Neymar, Verrati, Hakimi, Marquinhos, entre otros, conformaban un conjunto ideal, prácticamente “ el equipo de los sueños”.
La insólita derrota en la semifinal de la Champions, frente al Real Madrid en 2022, fue el principio del fin. En el partido de vuelta y con una ventaja de 2( dos) goles a escasos minutos del final, un inexplicable y grueso error de Donnaruma desencadenó un derrumbe en lo anímico y en el juego con la consiguiente eliminación del equipo francés.
Imprevista y desafortunada, la derrota provocó una herida profunda que nunca pudo suturarse. En paralelo, ese mismo año, el referente máximo e ídolo parisino, Kylian Mbappe había apuntado contra la “legión argentina” del PSG, consiguiendo el apartamiento de Mauro Icardi, Angel Di María y Leandro Paredes. Incluso hubo versiones sostenidas de que Neymar y Messi también fueron señalados por el temible goleador.
Limpieza de grandes jugadores y frustración deportiva fue el corolario del año 2022.
La temporada 2023 comenzó condicionada. No había opción. Se debía ganar la Champions, sí o sí.
La temprana eliminación a manos del Bayern Munich asestó el golpe final. Los ultras del club francés eligieron los culpables. El principal, Lionel Messi y el otro, el brasileño Neymar. También los propietarios del club.
A la vuelta a Francia recrudecieron los insultos, silbidos y reproches al astro argentino, al jugador brasileño y el disconformismo general. El único excluido de los ataques fue Mbappe.
Se produjo una combinación de factores inviables de superar: derrota deportiva imposible de soportar, frustración general e ira y agresión continua de los hinchas ultras a Messi fundamentalmente, más un vestuario no unido, concluyeron en la salida de Lionel del club francés.
Ya no queda nadie de” la legión argentina” y también anunció su partida Sergio Ramos. Habrá que ver que sucede con Neymar, lesionado hace tiempo. El entrenador Christophe Galtier nunca pudo conformar un equipo sólido y confiable, tiene una parte de responsabilidad importante. Pareció no estar a la altura para amalgamar en el juego, semejante constelación de estrellas.
La versión nacionalista intemperante que envolvió a Mbappe, los fanáticos ultras, una parte de la prensa francesa, acompañada de la falta del logro deportivo pretendido y exigido, concluyeron en la salida silenciosa y triste del mejor jugador del mundo.
Hasta se especula conque Kylian Mbappe pueda tomar otros rumbos. Sorprendente en el único intocable.
El fútbol suele ser cruel e implacable.