El discurso en Santa Cruz de Cristina, en el día de ayer, fue un claro ejemplo de su estado de ánimo alterado y nocivo hacia Alberto y “su candidato” Daniel Scioli.
Es el aumento progresivo de una conducta que comenzó en los mismos principios del gobierno de Alberto. Cristina y sus adláteres fanáticos no le dieron tregua a un gobierno de por si errático y desorientado.
Pese a tirarse tiros en los propios pies, el ataque persistió y con aumento en su intensidad, hasta finalizar desflecando lo poco que quedaba de poder en el Presidente.
Alberto, prácticamente no gobierna. Se dedica a actos proselitistas de su propia gestión y a algún viaje al exterior donde su desempeño no suele ser muy lúcido.
Gobierna Sergio Massa, con un doble objetivo: evitar un crack económico total, con suerte dudosa hasta ahora y quedar como único candidato presidencial por el oficialismo, ahora con la denominación Unidos por la Patria. Recordar; la Patria es sólo de ellos.
Sin poder ni estructura propia, Alberto ahora se dedica a” devolver favores recibidos”.
Ayer mismo declaraba, sin ponerse colorado” no se puede vivir con 100% de inflación”. ¿Quién gobierna? Obviamente Massa, por ello el mensaje era directo para él. Atención especial.
Enfureció a Máximo en las negociaciones por las elecciones Paso al interior del oficialismo. En un momento, le espetó al negociador de Alberto” okupas de la Casa Rosada”. Desencajado, terminó aceptando la mayoría de las condiciones que pedía Daniel Scioli( dixit Alberto).
Aníbal Fernández, vocero ad hoc de Alberto, diariamente pone en marcha su filosa lengua, expresando lo que nadie quiere oír. La Cámpora y Máximo destinatarios preferidos.
Alberto, intertanto, toca la guitarra, viaja, no gobierna, tampoco pronuncia palabra alguna sobre hechos conmocionantes, como el sucedido en Chaco y pone énfasis en vengarse de todo el destrato recibido.
¿Argentina y los argentinos? Eso no es tan importante.”La venganza es un placer de los Dioses”.
¡¡¡Vamos Argentina, carajo!!!