Impactó la declaración de Sylvia Brunoldi, presidenta de la Liga Argentina de Protección al Diabético, durante un acto oficial con claro tono partidario.
En ese marco, expresó: “Quería agradecer y felicitar, en lo personal también a Carla, que gracias a ella pude despedir a mi esposo. Y luego el decreto que permitió que las personas pudiéramos despedir a nuestros familiares en sus últimos días”.
Para esa fecha había por la cuarentena dispuesta, prohibición expresa de transitar por la vía pública, lo que aplicaba al acompañamiento de enfermos graves internados, incluso extendiendo la prohibición a acompañarlos en sus horas finales.
La ministra de Salud en su descargo aludió que en la página del Ministerio estaba publicado desde el 10 de agosto de 2020 un protocolo de acompañamiento, que estaba a punto de oficializarse. El 30 de agosto se le da marco legal , en consenso federal, mediante el decreto714/2020 a la modificación de las condiciones. Habilitó a Brunoldi 10 días antes de dictarse el decreto. Privilegio.
El 24 de agosto ,Sylvia Brunoldi, pudo despedir a su esposo, cuando aún no regía el decreto autorizante, en el sanatorio Anchorena. Agregó Sylvia que no fue la única” había otros familiares con más pacientes” en el nosocomio.
Miles de personas no tuvieron la posibilidad de acompañar, ni despedir a familiares cercanos durante la cuarentena estricta aplicada. Algunos casos, por lo doloroso, tuvieron más trascendencia.
Tal, el de Pablo Musse, quién no pudo acompañar a su hija enferma de cáncer, fallecida el 21 de agosto de 2020 en Córdoba. Él intento viajar, sin suerte por las restricciones imperantes.
Expresó Pablo Musse al respecto de lo declarado por Sylvia Brunoldi: ”Ésta mujer no tiene la culpa, genera bronca escuchar que tres días después de lo de Sol(su hija), Vizzotti la llamara( a Brunoldi) y ocho días después se dieran cuenta que había gente que se estaba muriendo sola, se iluminaran y cambiaran las cosas. Había ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda”.
Acompañamiento Vip. No fue ésta la única oportunidad en que la ministra actuó al margen de la ley.
Vale recordar el vacunatorio Vip, favoritismo escandaloso, que anticipo la vacunación a privilegiados funcionarios, políticos, periodistas y amigos, con la anuencia del ministro de entonces, Ginés González García y de Carla Vizzotti misma, a la sazón Vice ministra de Salud
Un bochorno, avalado por el presidente Alberto Fernández con la recordada frase” no es delito saltearse la fila”.
Es lamentable, aunque no novedoso, el poco apego a las normas por parte de numerosos funcionarios públicos. Carla Vizzotti aparece con reiteración en esta distorsión grave para un funcionario público. Reitera una conducta apartada de la ley. No alcanza justificación con su explicación, porque el decreto 714 no se había emitido, cuando Sylvia Brunoldi fue autorizada por ella a despedirse de su esposo.