Transitar los tristes últimos años de la Argentina y en especial la convulsión semianárquica y de incertidumbre y crisis económica y social actual, en la fecha del aniversario del fallecimiento del general José de San Martín vuelve imprescindible recordar las máximas que en 1825 escribió para su hija Merceditas.
Un legado de vida que trasciende las recomendaciones a su hija y se proyectan sobre todos los argentinos, más en estos momentos de dolor y desconcierto.
1) Humanizar el carácter y hacerlo sensible aún con los insectos que nos perjudican. Stern ha dicho a una Mosca abriéndole la ventana para que saliese:”Anda, pobre animal, el mundo es demasiado grande para nosotros dos”.
2) Inspirar amor a la verdad y odio a la mentira.
3) Inspirarle una gran confianza y amistad, pero unida al respeto.
4) Estimular en Mercedes la caridad con los pobres.
5) Respeto sobre la propiedad ajena.
6) Acostumbrarla a guardar un secreto.
7) Inspirarle sentimientos de indulgencia hacia todas las religiones.
8) Dulzura con los criados, pobres y viejos.
9) Que hable poco y lo preciso.
10) Acostumbrarla a estar formal en la mesa.
11) Amor al aseo y desprecio al lujo.
12) Inspirarle amor por la Patria y por la Libertad.
La sabiduría y equilibrio que emanan de este legado escrito hace casi 200 años, interpelan a cada uno de los argentinos y especialmente a los mendocinos, ya que el Padre de la Patria gobernó la provincia durante la época previa a la gesta libertadora.
Recordarlas, puede motivar e inducir a una profunda y sentida reflexión, que provoquen un cambio sincero y efectivo de actitud y conducta individual y ciudadana.
Desde allí puede comenzar la reconstrucción de la Patria herida y ultrajada.