No resulta exagerado utilizar el término punto de inflexión para referirnos al decisivo 22 de octubre próximo. Ese día es bisagra para dilucidar el triste e inexorable derrotero en que se encuentra inmerso el país hace tantos años.
No es una votación ordinaria normal, es un punto decisivo entre continuar la decadencia permanente o encontrar un rumbo que nos proyecte hacia el futuro con esperanza y sentido de Nación.
El desvarío es constante, la percepción cierta de declinación permanente sin fin, con deterioro económico constante y el aumento sostenido de pobreza e indigencia el escenario nacional. Niños y jovenes que no saben leer ni escribir, el 50% que no completan sus estudios y la imposibilidad de comprender textos de una preocupante cantidad de los que saben leer. Futuro incierto y comprometido.
Hay situaciones concretas en todo el territorio nacional que son fiel testimonio de la situación imperante, que incluso provoca escalofríos. La inseguridad acechante, la endeblez en la prevención y cuidado de la salud y la decrepitud económica, el PBI cayó 15% y no hay crecimiento hace 12 años, obligan a preguntarnos;¿ cuanta crisis y decadencia continua puede aguantar el país?
Se combinan el deterioro institucional con dirigentes persistentes en su fracaso.¿Es este mix el sino inevitable? Es imprescindible aventarlo.
Señalemos ejemplos concretos del túnel profundo que atravesamos.
1)La provincia de Buenos Aires: la foto de Insaurralde en el yate Bandido navegando por los mares de Marbella y el Chocolate Gate son sólo dos hechos reveladores de una provincia devorada por la corrupción. Prevalece un sistema gobernante durante años que ha degradado la institucionalidad al extremo y enlazado la política con la mafia, el juego, el narcotráfico, la policía y parte de la Justicia. Todo normalizado e institucionalizado, al servicio del poder y la corrupción. Apretada síntesis del horror.
2) Las provincias feudales: Formosa, Santiago del Estero, La Rioja, Tucumán, Santa Cruz, colonizadas por señores jerarcas que se perpetúan en el poder y convierten en súbditos a sus ciudadanos. Les secuestraron la dignidad y los ciudadanos con mansedumbre y resignación lo aceptaron.¿Y la rebelión cívica?
3) Por casa, como andamos: Diez años de estancamiento, en modo pausa,dixit Luis Petri, con la institucionalidad y la transparencia cuestionada y con servicios públicos en degradación; infraestructura escolar, seguridad pública, salud deficientes en zonas más alejadas del Gran Mendoza.¿ Y el legado sanmartiniano?
Estos ejemplos son sólo indicativos del punto de inflexión que nos depara el próximo 22 de octubre.
¿Esta crisis continua y el deterioro progresivo son inevitables, permanentes, imposibles de revertir?. Es un sino trágico, responsabilidad de instituciones devastadas, acompañada por una sociedad permisiva, derrotada inconscientemente la mayoría, cómplice del desbarranco.
El próximo 22 existe una posibilidad de sentar bases para comenzar el proceso reconstructivo. ES POR NOSOTROS, NUESTROS HIJOS, LOS NIETOS Y POR LA PATRIA.
Revirtamos lo que parece inevitable: Supimos ser una sociedad con instituciones transparentes, con más eficacia y eficiencia, sin corrupción reinante, con ciudadanos instruidos, dignos y libres y con esperanza y mirando al futuro. La instancia es prácticamente decisiva. No la echemos a perder, puede ser la última.
La decadencia y la caída de las naciones no tiene límites. Miremos Venezuela y los 7.500.000 venezolanos migrantes, Nicaragua, Ucrania destruída por Rusia, Palestina e Israel, los países africanos con miles de ciudadanos devorados por el océano, Cuba, los balseros y la foto del presente, color sepia, estancada en 1950. Corea del Norte y la hambruna permanente, España y los separamientos, ciudadanos que no quieren ser españoles.Los ejemplos siguen.
Joaquín Del Tirso