Estábamos acostumbrados a escuchar expresiones variadas que profetizaban similtudes de Argentina con países o con líderes de tinte autoritario populista. Muchos las calificaban de extremas o alarmistas y otros tantos no las consideraban por inviables o imposibles de concretar.
Los términos “vamos o ya somos Venezuela”, “ la cubanización de la Patria”, “la chavización”, “somos un país africano”, comenzaron a escucharse con mayor frecuencia o asuididad, ante la sorpresa de muchos y también la negación, incluso irónica de funcionarios y dirigentes.
Señalemos hechos, situaciones, medidas e incluso acciones gubernamentales indicativas que la Argentina de otrora se ha ido degradando y convirtiéndose en el país actual, con condiciones generales que nos anima a definirlas negativamente como la argenitinización de Argentina, si se nos permite el neologismo. Veamos:
1) La tercera inflación más elevada del mundo, con índices de pobreza de 41;5% en junio y creciendo hacia fin de año, estremece el alma, sobre todo cuando el 60% de niños del Conurbano son pobres o indigentes. Millones de compatriotas pasan hambre en un país de abundancia en recursos alimentarios. Viven en la miseria e indignos sin servicios básicos, en condiciones infrahumanas. La proyección de la inflación futura augura aumento, con lo que ello acarrea.
2) En educación 50% de jóvenes abandonan el ciclo secundario y niños de cuarto grado de la escuela primaria no saben leer ni comprenden textos. Futuro condicionado e incierto.Abandonados a su suerte y a tiro fácil del delito y la droga.
Una cantidad elevada de jóvenes que estudiaron y se convirtieron en profesionales de diversas especialidades, minimizada por irresponsables o mal intencionados, ya emigraron del país o se aprestan a partir. Valor agregado frustrado y perdido y en número no despreciable, desarraigados y aportando sus calidades lejos de su Patria, donde pese a las dificultades, se los instruyó. Argentina que expulsa.
3) En el país de Vaca Muerta, el segundo yacimiento más grande del mundo en gas y petróleo no convencional, acabamos de transitar una semana sin combustible. No fue casualidad o accidente. Es la clara ineficiencia e ineficacia en la gestión y una política populista persistente contraria a la realidad. El valor de los combustibles tiene una lógica mundial. Apartarse de esa racionalidad en extremo, como se hace en Argentina, concluye en este sinsentido que también afecta servicios públicos. Combustibles con precios irracionales tiene su costo.
4) Servicios públicos de transporte: los inmensos subsidios aportados por el Estado nacional y también los estados provinciales con el objeto de tener tarifas prácticamente testimoniales, han llevado al derrumbe de casi la totalidad de los servicios colectivos de transporte. Empresarios que sólo luchan por obtener los fondos estatales, medios y vehículos de transporte en general en mal estado o algunos como el ferrocarril recuperado con consignas chauvinistas, en condiciones similares a 70 años atrás. Sufren los ciudadanos argentinos de pie.
5) El narco se enseñorea en varias zonas, reclutando niños y jóvenes y regando de sangre el territorio que dominan. Complicidad de policías y hasta de jueces y fiscales.¿ Cómo definir esta calamidad? Sobran las palabras, reina el dolor.
6) Dieciocho millones de argentinos reciben algunos de los variados planes sociales existentes. Señal evidente de la ausencia de trabajo y consecuencia de más de 10 años de estancamiento productivo. Alrededor de ello se producen errores, irregularidades, algunas insólitas e incluso delitos. Acaban de dar de baja más de 1.000 prestaciones a beneficiarios que viajaron por el mundo, en cruceros y aviones. A principio de años ya se habían desactivado más de 100.000 prestaciones.
Caldo de cultivo de clientelismo, manejo arbitrario y corrupción, malversando la necesidad reparatoria lógica de estos planes, que debieran ser transitorios y no permanentes y en aumento como viene sucediendo en el país. Remedio transitorio mientras se mejoran las condiciones de trabajo, debiera ser lo normal.
7) La vida misma y los bienes en vilo: la inseguridad campea en medio de fuerzas de seguridad insuficientes, mal remuneradas y con equipamiento escaso. Acompañan jueces y fiscales garantistas abrevadores de las teorías de Eugenio Zaffaroni, cuasi negacionista del Derecho Penal. En dolorosas instancias la vida vale un celular!
Faltan insumos médicos. Nos auto destruimos. No cuidamos nuestro tesoro máximo, la propia vida. Difícil de creer, pero cierto.
8) La corrupción se premia; las imágenes del yate Bandido en los mares de Marbella con el jefe de gabinete de la provincia de Bs As Martín Insaurralde disfrutando, fue un excelente spot de campaña.El candidato del viajero a la intendencia de Lomas de Zamora obtuvo el 49% de votos. Aplausos para el ganador. Las tarjetas de Chocolate también fueron votadas con fruición. Viva la buena vida.
10) Elecciones presidenciales: aparece “argentinizada” la próxima elección en las alternativas. Sergio Massa que duplicó la inflación, envió a la pobreza a 2.000.000 de compatriotas más, devaluó la moneda en más del 200%, es presidente de hecho y ministro superpoderoso, Chocolate reporta a la familia Albini cercana y militante de su fuerza peronista, luce como ausente de “su propio gobierno” y asegura que va a solucionar todo el estropicio que él mismo cometió.¿Sólo en Argenzuela?.
Milei, “¿las fuerzas del Cielo?, de verba estentórea y agresiva a un estado zen. Toda la política era La Casta, ahora Mauricio y sus amarillos y seguidores dejaron de serlo. La motosierra preponderante hasta la primera vuelta, ahora guardada bajo cinco llaves. Hay varias delicadeces más.
Obligados a elegir entre el fuego y las brasas.
Se podrían seguir mencionando calamidades que nos cruzan diariamente. Hubo una omisión importante; la emisión descontrolada con fines electorales. Tres billones de pesos a disposición y arbitrio.
En algún punto pienso; “No nos merecemos por imbéciles los que nos sucede”. Duro, pero me interpela culposamente. Sin nuestro aporte o desinterés la locura a la que hemos arribado sería inviable.
Estamos tristemente argentinizados; a la altura de la chavización y en camino a las mayores calamidades que viven y sufren países variados y que nunca imaginamos ni en nuestros peores sueños.
Pueda que la voluntad de cada argentino se ponga en marcha, recapacitemos y cambie este sino que parece inevitable.
No lo es bajo ningún punto de vista, es indispensable por nuestra propia dignidad y bienestar y porque el país tiene los recursos naturales para cambiar el rumbo y los antecedentes de tiempos otrora,racionales y mucho mejores. Los argentinos debemos ponernos en marcha. Seamos lógicos y abandonemos la imbecilidad.