El impactante 55% de adhesión a Javier Milei en el ballotage, comenzó hace aproximadamente dos años con un personaje nuevo, disruptivo, con ideas no originales sino abandonadas y que finalizaba sus presentaciones y discursos con un especio de rezo laico gritado con énfasis y convicción.
¡ Viva la libertad carajo! Asombro, expectativas, sorpresa, esperanza y adhesión en amplias franjas juveniles fue la reacción inicial, propagada a amplios y variados sectores sociales con rapidez.
Su impactante masificación se cristalizó ayer en la consagración de Javier Milei como uno de los presidentes más votados en los 40 años de recuperación democrática, con la acepción que fue en ballotage.
Queremos asentarnos en la frase Viva la libertad carajo, por el inmenso contenido que conlleva y que en gran parte de la sociedad, por el errático devenir político, económico y social de más de medio siglo fue relegada al arcón de las cosas o valores no importantes y de uso cotidiano habitual.
Podemos enumerar muchísimos aspectos de la vida diaria donde resignamos libertad, hasta aceptar como normal esta anomalía atroz.
1) Privación de la libertad de donde vivir: insólitamente la política, en una trama compleja y hasta dañina, mediante leyes insólitas e intrincadas y bajo el supuesto de amparar a los más débiles, terminó bloqueando casi totalmente la posibilidad de acceder a una vivienda por alquiler. El desastre económico y la ausencia de crédito impidió también la opción de vivienda propia.
Coartada la posibilidad de alquilar, tanto para propietarios como inquilinos. Sin libertad de decidir donde y como vivir. Mucho menos el sueño de vivienda propia. Sin libertad.
2) Adoctrinamiento educativo: bajo el loable principio de “educación gratuita para todos” dirigentes corporativos, populistas y sectarios, se apropiaron de la educación inyectando sólo su visión y sus conceptos. Límite a la libertad amplia y plural de enseñanza de todas las ideas para ampliar la cabeza de niños y jóvenes y que estos decidan su propio camino, justamente en libertad. Padres inertes y complacientes acompañaron esta cercenación a la libertad educativa.
3) Regulación abusiva de toda actividad emprendedora e incluso de todo tipo de trabajo: las innumerables trabas burocráticas de organismos municipales, provinciales y hasta nacionales son obstáculo cuasi insalvable a la libertad de emprender, soñar, invertir, crear. Se agrega carga impositiva excesiva y el descrédito insuflado desde sectores políticos oficiales a la actividad privada. Todos señalados como abusivos explotadores.
Ataque desde todos los frentes a la libertad de trabajar, de crear, de arriesgar.
También los trabajadores en relación de dependencia carecen de libertad para elegir que gremio los represente. Todo regulado por mafiosos corporativos eternizados en la conducción y millonarios. Sólo defienden los intereses de sus afiliados cuando no gobierna el peronismo, kirchnerista massista en ésta ocasión. Oficialistas complacientes de los gobiernos que consideran propios. A la deriva sus afiliados.
4) Libertad limitada de circular y hasta de decidir sobre la propia salud. La pandemia alteró la vida en todo el mundo y requirió razonablemente la regulación y la limitación de la vida colectiva por parte del Estado. Lógico y necesario. En esta instancia se requería la intervención de un Estado prudente y equilibrado.
Los Estados autoritarios, como China cercenaron en exceso las libertades individuales.
Alberto Fernández lo hizo en doble sentido. El Estado federal prolongó la cuarentena a límites indebidos e indeseados con consecuencias económicas más graves de lo necesario y con impacto en la salud psíquica de muchos compatriotas. Exceso restrictivo dañino.
En paralelo, privó a los argentinos por motivos ideológicos e incluso por motivaciones económicas sospechosas, que los argentinos pudieran optar en libertad que vacuna aplicarse. Prohibidas al principio las vacunas Pfizer y Moderna, originarias del Imperio dueño del mal.
Privaron a millones de compatriotas de la libertad de decidir sobre su salud.
5) Vociferando “viva la libertad carajo” se puede poner en peligro la libertad individual. Cuando Milei en absoluta libertad de opinión acusaba abusiva e infundadamente a Patricia Bullrich de guerrillera asesina, por poner explosivos en un jardín de infantes, potencialmente ponía en peligro su libertad individual.
Cualquier fiscal o juez militante e incluso de capacidades jurídicas limitadas, podía iniciar un proceso penal e incluso comprometer la libertad de Bullrich. A partir de una mentira y en ejercicio de libertad plena se podía alterar la libertad de un ser humano.
Hay numerosos ejemplos de como con el devenir de los años hemos ido cercenando la libertad. Bienvenida la valorización de la libertad, tantos años menguada y despreciada.
Es tan importante su ejercicio pleno que debe ser ejercida sin caer en libertinaje o anarquía. Plena libertad responsable. Mucho y con inteligencia debemos trabajar para recuperarla y ejercerla con habitualidad.
Han transcurrido muchos años de práctica limitativa en nombre falso de su aparente ejercicio pleno.