El saqueo de los fondos públicos en la Argentina ha sido una constante y en todas las jurisdicciones, la Nación, las provincias y los municipios y órganos autónomos. La gestión kirchnerista ha llevado el desfalco a niveles inéditos y ahora con la puesta en escena de los Fondos fiduciarios surgen aristas increíbles e inconcebibles.
La investigación del periodista Mariano Roa del diario Clarín puso el foco en el FISU, Fondo de Integración Social Urbana manejado a discreción porJuan Grabois, el dirigente social cercano al Papa Francisco.
Asombra el monto utilizado; 1.244 millones de dólares, con destino supuesto a urbanizar villas y asentamientos.
Muchas obras se realizaron, otras quedaron a mitad de camino y en la gran mayoría prevalecieron sobreprecios, ausencia de control, adquisición de campos a precio vil, luego de usurparlos y apretar a los propietarios que los entregaban rendidos .El objetivo de esas”compras” era urbanizarlas y trasladar allí a los vecnos de barrios carenciados. Recordar la ocupación en enero del año pasado de tierras en Chapadmalal.
Aumento desmesurado de militantes de Grabois en el personal del fondo. De 60 a 600 pasaron. Los mismos militantes certificaban las obras a precios sobrefacturados. Certificado y aprobado al 100%.
Todo una gran caja política. Al principio de la gestión de Alberto Fernández, la ministra del área, María Eugenia Bielsa, renunció apresuradamente, asombrada y hasta atemorizada por lo que ocurría delante de sus ojos. No quiso ser cómplice.
Pasaron luego los ministros Arroyo, Zabaleta y Tolosa Paz. Se enfrentaron con Grabois por esos fondos, por la caja, no por los desposeídos.
El ideólogo creador y socio en las sombras fue Máximo y favorecida especial La Cámpora. Todo planeado y finamente calculado.
Los fondos fueron administrados por el BIFISA, órgano autónomo del BICE (Banco de Inversión y Comercio Exterior) manejado también por Máximo y conducido políticamente por la senadora ultra cristinista mendocina Anabel Fernández Sagasti.
El CEO que aparece en los papeles es el también mendocino Jorge Tanús, quien fuera candidato a vicegobernador de Anabel en el intento fallido de acceder a la conducción máxima de la provincia en 2019. Todo queda en casa.
El BIFISA aparece sospechada de ser la gran caja de la Cámpora, para financiar candidaturas en numerosas jurisdicciones.
El FISU, invento de Máximo y con cara visible y acción directa por parte de Juan Grabois es la punta del iceberg de otros numerosos fondos, del total de 29 que existen, que están en el ojo de la tormenta.
Consideraciones a abordar:
1) No se conoce hasta ahora una voluntad clara y concreta por parte de Javier Milei de denunciar públicamente y en la justicia lo develado por la investigación periodística de Mariano Roa. Extraño.
2) El tratamiento en particular de la ley de Bases en la Cámara de Diputados se trabó por la no aprobación de dar facultades especiales al Poder Ejecutivo para ocuparse de todos estos Fondos.Para tener en cuenta. Son fondos sin control ni rendición de cuentas.¿Para manejo exclusivo de la Casta?
Máximo inventor, Anabel jefa política y Grabois favorecido son sólo la punta del iceberg de tantos otros fondos que están bajo la lupa. Miles de millones de dólares manejados a discreción, en forma arbitaria y sin control. Fondos que deberían ser manejados eficaz y eficientemente por los diversos órganos del Estado. Sin necesidad de crear más ramas burocráticas de las ya existentes, de por si numerosas.
Manos a la obra en pos de la transparencia, eficacia y eficiencia.