Lo peor es que se podía y debía haber debatido en forma expresa, con la participación de gran cantidad de senadores y a la vista de todos. Se trataba de sus propios salarios. Los senadores tenían sus dietas atrasadas en relación a la elevada inflación de los últimos seis meses. Aunque claramente su remuneración es muy elevada en relación a los sueldos de jubilados, docentes, médicos, personal de seguridad y distintas actividades laborales. Largamente elevada, pese a ello, podían tratar un aumento y explicar sus motivos y razones.
Tienen el privilegio de autodeterminarse su remuneración; por lo que deben ser muy prudentes y transparentes cuando se fijan su retribución. En esta oportunidad fue abusivo en el monto y vergonzante en la forma. Pasaron de cobrar 1.900.000 pesos de bolsillo aproximadamente a 4.500.000$. Excesivo.
Ayer se pusieron de acuerdo en hacerlo en forma rápida, subrepticiamente y nadie, nadie, levantó la voz en contra. Silencio absoluto total, aún de los que “no levantaron la mano” y hablaron oponiéndose, pero después.
La conducta de todos, la hipocresía general y hasta la medida de los senadores mendocinos Mariana Juri y Rodolfo Suarez, de pedir que no se les liquide el aumento, que aparece como de cumplimiento imposible, fueron lamentables.
Están en forma total, con el procedimiento, el silencio y la forma y la velocidad del tratamiento; comprometidos. Dejaron las huellas.
Todos de acuerdo, incluso la Vicepresidenta, pese a su descargo y también el Presidente que conocía lo que iba a pasar. La Casa Rosada a través del ministro del Interior, Guillermo Francos, estaba al tanto de lo que iba a ocurrir en el “Honorable” Senado de la Nación.
Su tweet posterior denostando el abultado aumento tuvo una omisión errónea y algo que repite con insistencia en los últimos tiempos en relación a la elección de medio término del próximo 2025 y que en consecuencias prácticas no tendría la relevancia que le adjudica el Presidente.
Omisión errónea: no fueron sólo los senadores de LLA quienes no levantaron la mano. Tuvo que corregir su omisión en un tweet posterior. “Nobleza obliga” señaló.
Consecuencias casi imposible que sucedan: en su tweet inicial de ayer, finalizó con algo que viene repitiendo con insistencia; “Paliza histórica en el 2025”. Las consecuencias prácticas, aún si se diera una “ paliza histórica” en favor de LLA , no sería de la relevancia que le adjudica Milei. El aumento en el número de legisladores no sería de la magnitud ni trascendencia que le atribuye el presidente.
El desaguisado, la torpeza y la falta de empatía de los senadores para con la realidad que atraviesan la mayoría de los argentinos, la casta en acción, le viene de perillas a Javier Milei en su cruzada contra la casta, aunque sea la casta propia.
Hipocresía y hechos vergonzosos:
1) No se incluyó el tema de las dietas en el orden del día, para que no se conociera con anterioridad el tema. Todo subrepticio. Así se votó también a mano alzada sin que quedara ningún testimonio expreso si el voto era digital, lo que posibilita disimular la voluntad de los legisladores. Sin debate y sobre tablas para no incluirlo en el plan de labor, lo que anticiparía la jugada.
2) La Libertad Avanza estaba al tanto y no se expresó con anterioridad o en el mismo recinto a viva voz en contra. Incluso acompañó el proyecto de resolución con su firma el senador sanjuanino Bruno Olivera, para luego no levantar la mano en el recinto durante su tratamiento. Burdo e inconsistente.
3) La decisión de votar el proyecto sobre tablas se adoptó el miércoles al mediodía en la reunión de jefes de bloque que encabezó Victoria Villareal. Todos anoticiados.
4) Todo se realizó en tiempo récord, sin citar el objeto del proyecto, ni el nombre de los senadores que lo presentaron en el tratamiento.Sólo el número del proyecto y la enunciación de “ presentado por varios senadores”, sin citar ningún apellido. Aprobaron tratarlo sobre tablas y luego aprobarlo, en el tiempo récord de alrededor de un minuto. Incluso se ha puesto en “dudas” la posibilidad de contar los dos tercios de votos en tan escaso período de tiempo.
5) Reiteración: no se escuchó ninguna voz en contra, aún de los que no acompañaron el proyecto, durante el breve tiempo de su tratamiento. El presidente del bloque oficialista hizo “mutis por el foro”. No alcanzaron sus explicaciones públicas posteriores para justificar el estruendoso silencio en el recinto. Silencio, que al tratarse de votación a mano alzada, significa votar de manera positiva. El rechazo debe ser explícito y con utilización de la voz.
6) Inexplicable y vergonzosa fue la forma de votar de Martín Lousteau. Levantó a escasa altura su mano, para que no se percibiera que acompañaba el proyecto y conversando con la senadora Guadalupe Tagliaferri a su lado. Como desatendido. También burdo y vergonzante. Viene derrapando seguido Lousteau.
7) Los senadores mendocinos Mariana Juri y Rodolfo Suarez, a posteriori de la sesión, donde no acompañaron el proyecto ni tampoco emitieron una palabra en contra, presentaron una nota solicitando a Villaruel que “ en la medida de lo posible, no incluya el aumento en la liquidación de sus dietas”:
Para la tribuna. De “hipócritas” los calificó un senador de su misma bancada. Existe la casi certeza de que eso es imposible. Verán que hacer cuando el aumento aparezca en su liquidación. ¿Donarlo?.
La resolución aprobada ayer por los senadores confirma la falta de empatía, la desconexión con la crisis presente y el bajo nivel conque se desempeñan en algunas ocasiones los representantes de las provincias elegidos por el pueblo.
Un tema de tamaña trascendencia, como el de aumentarse las dietas, debía ser tratado con la prudencia y cuidado que amerita el tiempo que se vive. No en forma de proyecto de resolución y sobre tablas. Debate amplio, exponiendo las razones en que se fundan los aumentos autopropuestos, con opiniones diversas y a la luz pública. Con adhesiones y rechazos explícitos, claros y asentados. No todo resuelto con la velocidad de un rayo y en “penumbras”.
La conducta de los senadores aumentó el descrédito y la desconfianza que la sociedad tiene en los políticos que la representan. Esto es un demérito que hiere y afecta la República Democrática, tan vapuleada en los últimos años por el populismo autoritario y por políticos de todos los espacios.
Sean responsables, tengan verguenza y estén a la altura de las dificultades y pesares por las que atraviesan millones de compatriotas. El presente es muy difícil y el futuro luce incierto.
El horno no está para bollos.