Ayer e incluso durante hoy mismo, se vivió un triste, doloroso y lamentable tránsito asemejado a un deja vu que repiquetea duramente sobre la realidad nacional.
El Senado y la votación de la Ley Bases y el paquete fiscal fue el escenario perfecto de populistas y violentos, en acuerdo que lucía hasta sincronizado, entre legisladores y activistas.
Está claro que el sistema democrático argentino es imperfecto y frágil. Sólo funciona sin zozobras cuando el populismo está en el poder. Apenas la voluntad popular opta por una opción no autoritaria, con inmediatez los derrotados ponen en vilo la democracia, la institucionalidad republicana y el orden. No aceptan no ejercer el poder.
Los hechos que reflejan el desdén por la república democrática se manifiestan a través de varios actores y con acciones y hechos concretos y determinados.
1) Al oficialismo no se le concede ninguna ley: ha recrudecido esta conducta al punto extremo de la actualidad. No entregar ninguna ley al gobiern, despreciando en esta ocasión al 56% de argentinos que votaron lo propuesto por Milei.
Nunca sucedido y en claro desdén por lo que el pueblo decidió. El poder reside en los ciudadanos, que mediante su voto lo delegan en quienes lo ejercen en su representación. No para el populismo autoritario. No interesan ni respetan el voto mayoritario que alcanzó, en el último sufragio, un porcentaje nunca obtenido anteriormente
Al margen de las diferencias naturales ideológicas, como principio, el autoritarismo, aún cuando alguna propuesta de acción de gobierno o proyecto de ley que provenga del oficialismo sea claramente conveniente al interés general, debe ser negado, abortado o rechazado. Sin miramientos, nada al” enemigo”
2) Se ponen en funcionamiento personajes oscuros, de larga data, que desde el día cero azuzan golpe y caída del nuevo gobierno. Algunos nombres de estos actores golpistas; Juan Grabois, Guillermo Moreno, Luis DÉlía, con fruición, persistencia y a cara descubierta y sin tapujos, anticipan tempestades anunciadoras de toma del poder por ellos. Hay muchos más.
Lo de D´Elía y Moreno es patético. Uno, vínculo argentino con oscuros personajes iraníes en la concreción del Memorándum con Irán y delincuente condenado por toma de una comisaría.
El otro, distorsionador de los índices de inflación, con la complicidad de Cristina y Kicillof, prostituyendo intencionalmente el Indec, lo que ha concluido en una sentencia en contra del país por 1.300 millones de euros. Una ganga que deben abonar todos los argentinos, tras un fraude intencionado.
Negociaba los precios de bienes y servicios con las empresas proveedoras,con pistola sobre la mesa. Todo un gentleman. Hace meses desde C5N, atiza y promueve la caída del gobierno y en los últimos días proclama que el peronismo ya esta listo para tomar el gobierno y con su plan económico. Buenos muchachos.
Juan Grabois, pasó de expresarle de viva voz a Cristina “ está vez no nos vamos a bancar a Massa como candidato. Suficiente con Alberto Fernández”, a militarlo fanáticamente, mientras a través de su organización social movía miles de millones de pesos, hoy en discusión; denunciado por fraude y con revelaciones periodísticas comprometedoras.
Jinetes frontales y explícitos del apocalipsis y el golpismo.
3) Los movimientos sociales ultras y el Polo Obrero: insaciables durante el gobierno populista de Cristina, Sergio y Alberto, a diario ocupaban las calles de Bs As, demandando más alimentos y más dinero. Simultáneamente disciplinaban, cual esclavos modernos, a los ciudadanos carentes y necesitados que representaban, castigándolos si no cumplían concurriendo a las marchas.
Emilio Pérsico y el “Chino” Navarro ejercían doble rol; atendían los dos lados del mostrador. Se otorgaban como funcionarios los fondos estatales que recibían como jefes de sus organizaciones sociales. Burdo, al extremo de lo pornográfico.
El troskista Polo Obrero de Belliboni es el colmo de la exacción, el aprovechamiento, el desfalco y el constante ataque al sistema. Hoy en la justicia, varios dirigentes procesados y con fecha de indagatoria.
Apenas iniciado el nuevo gobierno, incrementaron su acción revoltosa y golpista, limitada por el protocolo antipiquete de Patricia Bullrich.
4) Senadores y diputados kirchneristas: amén de no entregar ninguna ley al gobierno naciente, en claro desdén por la voluntad popular, en la primera opción importante de mostrar públicamente sus verdaderas intenciones, ayer durante el tratamiento de la ley Bases y el paquete fiscal en el Senado, aparecieron como sincronizados con los grupos violentos antisociales que en las afueras del Congreso, con palos, piedras, molotov y hasta granadas, destrozaban el espacio público, confrontaban con las fuerzas de seguridas, incendiaban automóviles, mobiliario urbano y bicicletas.
La acción más violenta y agresiva apareció cuando se aproximaba la votación en general, con la presencia simultánea en las calles de diputados ultra K destituyentes, Eduardo Valdez y el converso Leopoldo Moreau, entre ellos. Entremezclados con los violentos sediciosos.
En el interior del Senado, los senadores K promovían sin éxito, un cuarto intermedio. Había que demorar y entorpecer todo. El formoseño Mayans hablaba de la posibilidad de muertos, mientras el camporista Wado De Pedro, insistía en pedido de cuarto intermedio para poder salir a la vía pública y observar e impedir “la represión en marcha”. Frustrados, no consiguieron el cuarto intermedio.
Nada ni nadie les impedía salir al exterior. No lo hicieron obviamente. El propósito era otro.
5) Los medios y los periodistas militantes K: con fruición e insistencia su foco era la represión violenta, indiscriminada y abusiva al pueblo que se manifestaba “pacíficamente”. Ni una palabra sobre los encapuchados agresivos y destructores, ni tampoco una primera solidaridad con el colega de Cadena 3, eyectado de su vehículo a la fuerza, para luego incendiarlo. A pleno servicio del golpe.
La Argentina vive una tragedia que se profundiza en el tiempo. El dilema siempre es el mismo; República democrática o populismo autoritario.
Es responsabilidad de los ciudadanos democráticos cuidar el sistema de libertad y democracia. Con respeto al disenso, a las opiniones diversas, aún cuando no agraden, con diálogo en busca de acuerdos y respetando y cuidando las instituciones. Sin extremismos, con vocación de curar heridas y superar la grieta. La tarea reconstructiva es inmensa, compleja y requiere tiempo y paciencia.
Pero atentos a los de siempre, los que con piel de cordero son lobos feroces antidemocráticos. Están presentes, cada vez más obvios y lucen en ocasiones apresurados y hasta desesperados. Pero están.
El pueblo democrático, dentro de la ley, en paz y con convicción, los debe limitar, controlar y evitar su intención destituyente a todo gobierno legítimamente elegido, cualquiera sea su signo.
Es la democracia estúpidos y no la sedición y el golpe.