El detonante fueron las declaraciones del senador nacional por San Luis, Bartolomé Abdala. Por una crisis temprana de La Libertad Avanza se ubicó en la línea de sucesión presidencial, al ser elegido titular provisional de la Cámara Alta.
Abdala quien fuera funcionario de los Rodriguez Saá como director del banco provincial y también secretario de Turismo, saltó de la órbita de los hermanos gobernantes durante años de la provincia puntana y pasó a integrar las filas del Pro.
Su accionar en las filas amarillas fue cuestionada por sus vaivenes continuos con los Rodriguez Saá.
El salto a LLA se produjo a fines del 2022 de la mano del entonces operador de “ las fuerzas del Cielo”, Carlos Kicuchi, caído en desgracia en la actualidad. Un verdadero representante de la casta Abdala.
Como tal actuó y muy suelto de cuerpo, en una entrevista televisiva admitió tener “unos 15 asesores o empleados contratados, los que la mayoría de ellos su función es trabajar en su campaña provincial para acceder a la gobernación de su provincia”. Sin ponerse colorado. Está en la línea de sucesión presidencial.
En realidad tiene 20 empleados o asesores contratados, 6 son de planta permanente y 12 trabajan en San Luis.
A partir de su “sincericidio” en el programa de Johny Viale la polémica estalló. Contradictorio con el discurso oficialista sobre la casta política y los privilegios de quienes ostentan el poder.
Victoria Villaruel firmó de inmediato un decreto que establece un nuevo sistema de control de asistencia en la Cámara Alta. Se verifica la presencia mediante la toma de huellas digitales. Quedan comprendidos los empleados de Planta Permanente y Transitoria., a excepción de los casos expresamente contemplados en el artículo tres. Se exceptúan a los empleados de los despachos de los senadores, quienes presten sus servicios en los bloques de cada partido político, choferes y el personal que trabaja en el área de taquigrafía.
El punto clave son las excepciones.¿ Que diferencia a un empleado del despacho de un senador o de locación de servicios, de uno permanente? Todos deben cumplir su tarea. Si los 15 empleados de Abdala son locadores de servicios pueden continuar con tranquilidad en San Luis “trabajando para el deseo del senador de ser gobernador de su provincia”. No los toca ni incumbe. ¿Casta?
Todos los empleados que trabajan en el Senado deben estar comprendidos en el control biométrico presencial. Sin excepciones. Caso contrario, persistirán privilegios y acomodos para quienes perciben honorarios o sueldos, la mayoría de montos por encima de la media, con el aporte de los impuestos de la ciudadanía.
La integralidad y la ausencia de excepciones son claves en el momento duro que transita la sociedad argentina. El esfuerzo de quienes no son casta es inmenso. No deben haber vivos ni entenados.