Volvió a hacer de las suyas. La vice gobernadora es adicta a expresiones altisonantes en las redes. Esto le sirvió bastante para su carrera política. Bienvenido para ella. Desafiante, incisiva, categórica, sin pelos en la lengua, Hebe Casado con habitualidad ha ocupado el centro de la escena.
En esta oportunidad la hechó a perder. Es vicegobernadora y la responsabilidad y la trascendencia de sus dichos es importante. Puede ser picante, lejana a la “corrección política” formal, pacata y dudosa.
Lo que no puede es estar alejada de la ley, las normas, poco empática y al estilo mandona imponer a los padres que tapen los oídos de sus hijos, frente al estruendo de la pirotecnia prohibida. Se fue a la banquina.
Peor le fue aclarando.
Como corresponde expresó que fue “sacada de contexto”. La culpa siempre es del periodismo o de algún periodista que tergiversa lo que dice un funcionario. Pamplinas, diría un español.
La embarró en grande cuando “asumiéndose liberal” justificó el apartamiento de la ley en que todo ciudadano puede gastar su dinero en lo que quiera”. De acuerdo Hebe, gastá tu dinero en lo que te plazca, pero no trasgredas las normas ni alteres la vida de nadie y menos de los niños autistas o con enfermedades de ese espectro. Esto sin contar el daño causado a los animales.
El estropicio que causaste por tu posteo errado, falta de empatía, no cumplimiento de la ley y aclaraciones que oscurecieron, fueron perjudiciales para el valor supremo de la libertad que pretendiste reivindicar. Le diste pasto a las fieras populistas autoritarias que están al acecho, mal enquistadas y a la espera de cualquier oportunidad para reivindicar tiempos peores. Se prendieron los periodistas progres que atrasan.
Desde este medio y estas líneas somos fervientes defensores de la plena vigencia de la libertad responsable. No del libertinaje.
La libertad, tan conculcada, ultrajada y vituperada durante tantos años, por populistas, autoritarios, aprovechados de ocasión y adherentes al wokismo, debe ser defendida a ultranza, puesta como un bien supremo y no denigrada. Libertad plena ejercida con responsabilidad.
Hebe, tenelo en cuenta, bien en cuenta y tomate un segundo antes de hablar, porque con la pirotecnia la echaste a perder. Transgrediendo la ley, confundiendo, culpando a periodistas y hablando gansadas. Como plus; sos médica. Practicá el sabio viejo proverbio que afirma, “ somos propietarios de nuestro silencio”.