MDZ se inmiscuyó en el estado del canal colector Papagayos que corre vecino a los barrios del Oeste de la ciudad y cercano a la UNC, por su condición importante de vía de escape del agua en caso de tormentas severas y por ser utilizado desaprensivamente por diferentes ciudadanos mendocinos.
El canal es usado como basural a cielo abierto por irresponsables que arrojan en él todo tipo de basura y desechos. La zona tiene recipientes para depositar lo descartable, según han informado a MDZ radio, vecinos del lugar y constataron periodistas del diario, por lo que es evitable depositar gran cantidad de basura en el canal.
No obstante ello, personas en camionetas, en carros tirados por caballos y hasta en camiones de porte mediano, usan el canal para deposito de todo tipo de elementos, basura, muebles en desuso, colchones y todo tipo de componentes descartables, mucho de ellos contaminantes.
Simultáneamente caballos sueltos comen lo que pueden e incluso personas en situación de calle ,lo usan para dormir e incluso transcurren varias horas al día en el curso construido para el agua.
La municipalidad de la Ciudad realizó hace escasos días un operativo importante y extrajo 120 toneladas de basura. increíble e inexplicablemente, al día siguiente comenzó nuevamente el depósito en el canal de todo tipo de desecho.
¿Cual es el motivo que lleva a comprovincianos o habitantes de la provincia a insistir con su conducta desaprensiva, antisocial e incluso peligrosa?
La tragedia de Bahía Blanca debe servir de advertencia para no incurrir en este tipo de conductas alejadas de toda racionalidad , responsabilidad y vida comunitaria solidaria y digna.
Si ocurriera, como ya lo vivimos en algunas ocasiones, no olvidar el último aluvión de 1970, alguna tormenta severa, el canal colector Papagayos es uno de los construidos para evitar consecuencias graves. Debe estar limpio totalmente para que el agua escurra naturalmente.
Amén de esta eventualidad, hay que evitar la posible contaminación de lo depositado indebidamente y proporcionar a los habitantes de la zona y los que transitan por las calles vecinas, la seguridad de una vida tranquila, higiénica y apacible.
Ante la reiterancia de conductas desatinadas, la Ciudad y/o el gobierno provincial deberían establecer medidas preventivas de seguridad disuasoras de los irresponsables y mantener limpio constantemente el canal colector. Vigilancia permanente se requiere.
Los vecinos deben colaborar, avisando con prontitud y sin temor, la presencia de quienes van a arrojar los desperdicios e incluso de aquellos que pernoctan o viven, para que los organismos oficiales les provean donde albergarse.
Nosotros permaneceremos alertas para seguir poniendo en evidencia el comportamiento indeseado de irresponsables con poca empatía con los semejantes o de aquellos carenciados que imposibilitados de toda opción de vida digna, deben ser atendidos por el poder público. No debemos aflojar.