Fueron 30 minutos que emocionaron y mostraron la faceta más positiva de Los Pumas,que ya dejaron de sorprender y asombran con un juego ofensivo constante, desde todos los sectores de la cancha, comprometiendo forwards y backs, en forma persistente y por demás efectiva.
En 24 minutos marcaron cinco tries. De 0 a 21 al resultado final 33 a 24.. Una recuperación de carácter épica, ante un rival que buscaba quedar bien posicionado en la previa del próximo mundial y de local en el centenario estadio escocés de Murrayfield.
Fueron claves en la remontada los cinco cambios que dispuso el entrenador argentino a los 5 minutos del segundo tiempo. El equipo deambulaba, era superado en los puntos de contacto y acababa de recibir su tercer try.
Los cambios insuflaron energía, convicción y espíritu de revertir el negro panorama. Todos los jugadores se embebieron de confianza y pusieron en el campo un espectáculo emocionante.
Reconocidos todos los jugadores, es de justicia mencionar algunos nombres en especial
Santiago Carreras fue factor fundamental. Es un crack que se puede desempeñar en varias posiciones, en un momento excepcional y que demostró un repertorio completo y en 35 minutos de actuación brindó un repertorio completo de lanzamientos, corridas individuales, pases al espacio, patadas a lugares vacíos y kicks a los postes.

Lo acompañaron Pablo Matera, ya un símbolo de entereza, potencia y liderazgo Puma, Mateo Carreras con un empuje colosal y una entrega los 80 minutos y el pilar Thomás Gallo, ganando metros cada vez que tuvo la pelota en su posesión y firme en el scrum. Mención especial para el novel medio scrum Agustín Moyano. Atento, veloz y encima del juego distribuyó la pelota con criterio, variando los frentes de ataque.
Los Pumas dieron una lección de resilencia en el mismo partido y confirmaron que en el juego no posicional son uno de los mejores equipos del mundo. Avanzan desde todos los sectores del campo, entremezclados forwards y backs, con decisión y mostrando contundencia, pues con frecuencia finalizan en el ingoal rival, cualquiera sea el rival.
Aplausos para el seleccionado nacional, que agregó otra página en su historial de logros. Los triunfos son ahora más habituales y el juego convence y genera respeto y elogios de entrenadores de las potencias y del periodismo internacional.
Mérito de Felipe Contepomi, otrora gran centro del equipo nacional y actual head coach. Ha insuflado un espíritu de equipo importante, con una vocación ofensiva constante y con variantes de todo tipo. También apostó a debuts de varios jugadores, que sorprendieron y han dado resultado y el equipo demuestra mayor control no concediendo demasiado infracciones.
El camino es el correcto y se vislumbran expectativas de superación. El miembro del staff técnico “Corcho” Fernández Lobe declaró en un reportaje reciente que “el objetivo del equipo es consolidarse entre los cuatro mejores del mundo” No parece lejano; que así sea.





