El nuevo(aunque viejo en realidad) y lujoso avión presidencial, con una numerosa, excesiva, comitiva oficial, emprendió un urgente viaje rumbo a China urgido por la carencia de reservas que podrían precipitar una debacle económica más extrema.
En paralelo se aprovechaba el tour viajero para entrevistarse con Dilma Rouseff, presidenta del Banco de los Brics y también solicitar asistencia financiera. En este caso, como sucedió previamente con Lula, no hubo suerte. Sólo la promesa de que en agosto próximo se va a analizar la aceptación de Argentina como miembro de los Brics. A esperar y juntar 250 millones de dólares que hay que poner para ingresar, en caso de ser aceptado. ¿Estarán? Igualmente es demasiado tiempo de espera.
En China, el ilusionista ministro de Economía relataba exultante el aumento de la posibilidad de libre disponibilidad de yuanes, hasta U$ 10.000 mil millones, que engrosan las reservas, pueden ser utilizados como moneda de pago en los intercambios comerciales entre ambos países( sobre todo para el pago de las importaciones chinas) y fundamentalmente para intervenir en el mercado y solventar cualquier corrida cambiaria. Hay que evitar una devaluación a toda costa. Primero hay que agotar los 5.000 millones otorgados en primera instancia, luego se resolverá el agregado de los otros 5.000 millones.
También se anunció acuerdo de inversiones para reanudar las demoradas obras de las represas hidroeléctricas de la provincia de Santa Cruz.
Poco se habla de las condiciones impuestas por China ante la nueva ayuda. Las tasas del préstamo son bastante más elevadas que las del FMI, e inexorablemente hay que acordar previamente con el FM, del cual China es un socio preponderante junto a EEUU, Alemania y Japón, estos dos últimos los más duros y reticentes en las negociaciones.
¿ Y el resto de las exigencias? El 5G de Huawei, los aviones de combate JF-17 Thunder y proyectos de fortalecimiento de las capacidades de las Fuerzas Armadas Nacionales, el puerto previsto en Río Grande y algún otro más no mencionado explícitamente, según se especula pero sin ninguna confirmación oficial. De la estación espacial instalada en Neuquén no hubo mención alguna. De eso no se habla, en realidad nunca se habló. ¿Territorio nacional?
En realidad, lo más importante y concreto fue la confirmación de libre disponibilidad de los 5.000 mil millones ya otorgados. Una vez utilizados estos se permitiría el uso de otros cinco mil. Veremos.
Urge el viaje de Massa a Washington en unos días. Es clave conseguir un nuevo acuerdo para el adelanto de los fondos comprometidos e incluso una cifra mayor, para llegar tranquilo al final del camino, evitando una devaluación no querida por Cristina y solicitada por algunos negociadores del Fondo.
Atrás quedó el relato del endeudamiento de Macri y la fuga de los fondos. Este gobierno ha generado más endeudamiento que el anterior.Las urgencias por el desmanejo permiten todo. Massa le pone el cuerpo, la cara y las palabras a lo que sea, sin inmutarse. En paralelo, Máximo declaraba que China no pone presión para ayudar.Todo apoyo chino tiene un costo sustancial. Ignorancia o hipocresía.
En medio del vendaval económico la puja política en el oficialismo y en Juntos por el Cambio agrega incertidumbre e imprevisibilidad. En el espacio cambiemita, desde palabras duras y descalificadoras entre ellos, a operaciones cruzadas, intentos de ampliación del espacio a figuras externas como Jose luis Espert y el gobernador de Córdoba Juan Schiaretti, resistidas por algunos, hasta denuncias penales graves, enmarcan un proceso de desconfianza y descrédito. Trabajan para los adversarios.
En el Frente de Todos la decisión omnímoda de Cristina es puesta en discusión y resistida,con prudencia temerosa y en las sombras, por barones del conurbano y viejos peronistas clásicos. Ya no se sabe que significa ser peronista clásico u ortodoxo. Hay conflicto, pelea en el peronismo y no se están reproduciendo. Parecen disminuir.
Oficialistas y opositores de Juntos por el Cambio pelean a su interior, agregando tensión y dificultades a la crítica situación nacional. Irracional. Intertanto Javier Milei suma.
Todo un relato ya desvaído y no creíble y un desvarío confrontativo al interior de cada fuerza, poco serio, irresponsable y de interés más individual que colectivo y pensando en el bien común.
Reflexionen, sean responsables y no agreguen pesar a los sufrientes argentinos. Ya es demasiado.