Wanda Nara es una persona pública por sus actividades laborales y por su propia decisión. En efecto, desde sus inicios como modelo, su matrimonio con Maxi López,jugador de fútbol de trayectoria exitosa finalizado con estruendo y divulgación masiva, hasta su actualidad, Wanda, expuso en redes sociales y medios de comunicación, el día a día de su vida personal, comercial, artística e incluso afectiva.
Distanciada de Maxi López, con el que tienen tres hijos en común, Wanda formó pareja con el también futbolista Mauro Icardi, de más éxito profesional que Maxi y de la cual se convirtió en su representante y logró ventajosos contratos con clubes de Italia, Francia y Turquía. Hábil y perpicaz negociadora Wanda.
En simultáneo avanzaba en su faz de empresaria en rubros de vestimenta y productos de belleza y en figura de la televisión, hasta convertirse en conductora de un programa en prime time y obtener un Martín Fierro por su labor. También éxito televisivo de la mediática y popular Wanda.
Todo su accionar laboral, sus logros y su vida de alto nivel, quedaba plasmado en sus redes sociales. Exposición plena y voluntaria, prácticamente sin límites.
Sus problemas de pareja con Mauro Icardi, con el que tiene dos hijos, también los ventiló sin ningún prurito. Separada y reconciliada varias veces, su relación de coqueteo con L-Gante, cantante y compositor de cumbia,hoy en prisión, fue difundida por ambos con creces, al punto de ser trending topic en muchas oportunidades. Tratamiento de tinte amplio y bizarro.
Wanda Nara puso a la luz pública toda su vida,con desenfado, sin reparos y sin límites.
Con dolor y preocupación, la semana pasada las noticias sobre Wanda, no fueron las habituales, teñidas de una mezcla de glamour e intrepidez y desenfado. Por el contrario, noticias difusas de enfermedad de gravedad, alarmaron al mundo artístico y entristecieron a sus millones de seguidores.
Internación en el sanatorio Los Arcos, paso por Fundaleu, sitio especializado y noticias poco alentadoras de algunos periodistas y cercanos, fueron las únicas exactitudes sobre la salud de la popular mediática.
Hasta que Jorge Lanata, en su programa radial difundió que la enfermedad que padecía Wanda era leucemia. Fue el disparador de un infierno mediático.
La mayoría de los periodistas de espectáculos y que se ocupan de la farándula, emprendieron críticas muy duras contra Lanata. Complejo y en parte contradictorio.
Estos periodistas, en numerosas oportunidades ventilan intimidades, dolores, inconveniencias y demás, algunas secretas, de todas las figuras del mundo del espectáculo. Sin límites, pruritos ni inconvenientes.
El tema es de elevada sensiblidad por el silencio de Wanda y su entorno familiar y cercano y por sus cinco hijos menores. Para agregar dramatismo, Maxi López y Zaira, hermana de Wanda, viajaron de apuro desde el exterior a Bs As para acompañarla.
La conductora y empresaria posteó por primera vez, confirmando que está enferma, sin especificar ni agregar detalles y señalando su disconformidad, sin mencionarlo, con Jorge Lanata por la difusión, porque aún no tenía un diagnóstico certero. Con respecto s sus cinco hijos, hubiera preferido comunicárselo con más resultados y estudios en la mano y sobre todo con mis tiempos.
Jorge Lanata aseguró tener la noticia de fuente 100% certera y confiable. Es un periodista serio.
Es conflictivo y discutible el tema de si hacer pública la información sobre la salud de una persona pública es correcto y ético.¿ Hay derecho a preservar la intimidad sobre la salud?.
Hipócrita aparece la conducta de numerosos periodistas que diariamente abrevan de la intimidad y miserias de los personajes del espectáculo. Suena exagerado por parte de ellos rasgarse las vestiduras.
Silencio es la vía por la que optó Wanda y su familia.
Enojo variado y profuso produjo la revelación de Jorge Lanata.
Cara y cruz del dolor de la enfermedad y del mundo farandulero, tan expuesto habitualmente y en forma voluntaria e incluso buscada.