La cantidad de visitantes es notoria. Los servicios al turista trabajan a pleno, y su beneplácito es evidente y concreto. Trabajo y recompensa a full.
Lo más ponderado y apreciado es el sector de alta gama. Bodegas, restaurantes, lugares y alojamientos para turismo de alto nivel , los preferidos.
Apelando al Var es posible ver la otra cara de la realidad. Frente al turismo masivo se notan las debilidades varias de lo ofrecido.
Rutas en estado deficiente, prácticamente nula señalización, falta de información profusa, sitios históricos mal promocionados y en incorrecto estado de mantenimiento, ejemplo el campo histórico del Plumerillo; se podrían mencionar varios más.
Precios en general elevados y” ventajeros a la orden del día”. Escasez de guías turísticos bilingues. Poca conectividad aérea. Variada oferta cultural mal promocionada, sobre todo museos, salas de arte y obras teatrales. Para mejorar y con rapidez.