De familia descendiente de armenios, Carlos Melconian pasó su infancia en Valentín Alsina, El economista es un claro testimonio del ascenso social que pobló de profesionales y emprendedores una época en un país que posibilitaba el sueño y la concreción de mejora. Más difícil en la actualidad.
Familias laboriosas y esforzadas que centraban su esfuerzo en trabajo duro y orientación convencida y no negociable para que sus hijos estudiaran con voluntad y fruición para tener un mejor futuro. Algunos niños y jóvenes tenían doble tarea; estudiaban y ayudaban en las labores del grupo familiar.
Como muchos profesionales, de ahí proviene el fanático racinguista y economista.
Patricia Bullrich, golpeada por el cimbronazo de las Paso, consciente o no de su falta de expertise en los temas económicos, puso en el centro de escena del debate electoral a Melconian. El tema excede, sin embargo, a la candidata y a Juntos por el Cambio.
Resulta necesario y conveniente para todos los argentinos y por dos razones esenciales.
1) Los vaivenes de la economía globalizada en todo el mundo, que por añadidura nos impacta, más la crisis sempiterna y agravada que afecta a nuestro país, llegando a niveles intolerables e injustificables, ameritan la presencia de expertos en economía que sinteticen con claridad las propuestas de los candidatos y los expongan públicamente.
2) Javier Milei, economista y vencedor rutilante de las Paso centró gran parte de su mensaje en consignas económicas disruptivas y categóricas. Dolarización y abandono del peso argentino como moneda de curso legal. Cierre del Banco Central en simultáneo.
Carlos Melconian, anunciado como posible súper ministro de Economía en caso de llegar Patricia al poder, es uno de los interlocutores más avezados para el debate y esclarecimiento de una materia difícil y dura para la comprensión general.
Con experiencia”de tipo de calle y barrio”, lenguaje llano y fácil de entender, más sólida formación profesional, sus debates de índole económico con otro especialista como Javier Milei y con el” abogado devenido en economista”, ministro y candidato Sergio Massa se visualizan apasionantes e instructivos.
Milei lo ninguneo en sus primeras declaraciones vinculadas al economista racinguista, chicanas propias en campaña . Extraña la trascendencia y la interpretación de algunos periodistas respecto al ninguneo del libertario. Es lógico y correcto que el debate sea entre candidatos a presidentes. Milei no puede debatir con quien no aspira a la presidencia afirmaron.
Extraña Interpretación. Melconian viene a plantear las ideas de Juntos por el Cambio y a ponerlas en debate y contraposición con las de Milei y Sergio Massa, principalmente. No es necesario sea planteado mano a mano con ningún candidato presidencial. Es y debe ser en el campo general y público. Servirá y mucho para el conocimiento de los ciudadanos. Es simplista reducirlo a un debate personal entre Milei y Melconian-
Ante el oscuro presente económico que agobia al país resulta conveniente que se intensifique y profundice la discusión alrededor del agobio.y cómo salir del mismo. Y mejor con interlocutores predispuestos, con facilidad comunicativa y con quién ha pasado más de el último año preparando un plan general.
Desde la Fundación Mediterránea y con un grupo de 70 especialistas que colaboraron en la confección del plan, Melconian, hábil comunicador, ayer planteó sus primeras ideas liminares. Se preocupó por garantizar que su plan es realista y realizable, que es implementable, práctico y no dogmático y que representa una luz al final del túnel y no un salto al vacío.
Habló también de un plan disruptivo, pero dentro del sistema, para afirmar la imperiosidad de institucionalizar los cambios, no sólo dentro de la democracia, sino en un esquema transparente, ético y moral.
Mensaje para dentro de la coalición, aventando los resquemores radicales de un plan de ortodoxia liberal y para Javier Milei al que se refirió también en forma elíptica: Ojo con los que venden espejitos de colores y chapucería barata para llegar.
El escenario está armado. No alcanza sólo con Melconian. El triunfo del León libertario está cimentado también en el hastío, la frustración, el enojo y la falta de esperanza. Milei capitalizó todo y agregó conceptos e ideas sobre las que no se debatía y claramente disruptivas.
Luce interesante y hasta apasionante la confrontación de ideas. Que los ciudadanos aprovechen el contrapunto.
Joaquín Del Tirso