La característica de la derrota de Los Pumas en la primera fecha frente a Inglaterra sobrevoló prevaleciente en el estadio de Saint Etienne, en el enfrentamiento con Samoa. Sombra gigante y condicionante. Había que ganar si o sí, porque caso contrario las posibilidades de seguir en el Mundial eran escasísimas.
Así lo entendieron los miles de aficionados argentinos que alentaron con pasión y entusiasmo su selección. Soporte de valía, dieron el presente y ganaron su partido de apoyo.
El equipo nacional se sacó un peso de encima inmenso que lo acompañó estos largos 14 días de espera al segundo partido y a la revancha necesaria.
Se logró el triunfo indispensable, los jugadores tuvieron actitud, concentración, firmeza en el tackle y espíritu aguerrido. Tienen para mucho más.
Pero los nervios se hicieron notar y los indujeron a cometer errores individuales y colectivos inadmisibles para su nivel. No ayudó el clima con una lluvia persistente que dificultó el control de la pelota e incluso provocó resbalones inesperados. Demasiadas pérdias de pelotas o falta clara de definición en el metro final dieron incertidumbre a un triunfo que debió ser más holgado.
Samoa colaboró jugando por debajo de el nivel esperado, aunque como siempre hizo notar su poderío físico. También pareció que le pesaba el partido. Colaboración bienvenida.
Sucedió lo que se necesitaba. Superada esta parada crucial, el panorama luce más tranquilo, aunque la guardia en un Mundial no debe bajarse. Japón es adversario complejo y el debutante Chile pone mucho temple en sus presentaciones.
Los Pumas, sin la espada de Damocles del triunfo como único resultado posible, deben recuperar lo mejor de sí y agregar el plus que el mundo del rugby confía pueden ofrecer. Están a tiempo y en carrera.
Confiemos en que estén a la altura, ya sin la pesada mochila de la dura derrota contra Inglaterra. No por perder, sino por la forma en que ocurrió. Ya quedó en el olvido, es tiempo de buen juego más la característica garra Puma. Al estilo de lo que demostró Emiliano Bofelli en el partido.
Vamos Pumas!
Joaquín Del Tirso