El escándalo de las operaciones ilegales de inteligencia salidos a la luz pública por el impactante dictamen del fiscal Gerardo Pollicita me llevó a reflexionar acerca de la recurrente especulación acerca de si el país se encamina hacia Venezuela.
Afirmada y desechada por analistas políticos por igual la opción de “Argenzuela”, la magnitud de lo descubierto por la Justicia en relación al espionaje fue un disparador que me motivó a la toma de conciencia y a la necesidad de poner en escrito mis ideas y pensamientos acerca de que ya Argentina tiene similitudes con Venezuela.
Brevemente es necesario hacer algunas apreciaciones acerca de la operación ilegal de inteligencia, montada por el submundo oscuro de los espías y manejada e impulsada claramente por el kirchnerismo. Asombra y también alarma la vacuidad de Alberto Fernández.”Voy a terminar con los sótanos de la democracia”, expresó en un mensaje de apertura de las sesiones legislativas.
Asombra por la falta de cumplimiento y alarma porque a la luz de lo acontecido nunca tuvo ninguna posibilidad de cumplir lo que prometía; él mismo fue espiado. Reafirmación de su incompetencia y falta de dignidad personal.
Fanáticos, inescrupulosos, mafiosos, políticos y funcionarios al servicio de la impunidad de Cristina, son los actores principales que han manejado la inteligencia oficial y la subterránea, corrupta y escandalosa que se ha hecho evidente por la investigación judicial. Actores principales: Rodolfo Tailhade, Juan Martín Mena, Fabián”Conu”Rodriguez y el espía inorgánico Ariel Zanchetta. Entre paréntesis queda Agustín Rossi, candidato a vicepresidente y titular de la AFI, cuando operaba la banda criminal dedicada al espionaje ilegal.
Similitud con Venezuela en el manejo de los servicios de inteligencia: En ambos países se utilizan los servicios secretos para espiar, amedrentar, violentar ciudadanos, opositores, periodistas, funcionarios no corruptos, todo al servicio del poder y de la impunidad. La ex SIDE y la actual AFI son un sumidero cloacal no al servicio del interés y la seguridad nacional, sino a los fines más oscuros e inimaginables. Semejante al SEBIN venezolano. Servicio Bolivariano de Inteligencia Militar.
El desastre económico: Los índices de inflación, pobreza e indigencia dramáticamente en aumento en Argentina, nos acercan a Venezuela. La gestión de Sergio Massa como ministro de Economía nos ha deparado algunos índices de inflación mensuales superiores a los del país bolivariano. El peso argentino y el bolívar venezolano se igualan en la falta de capacidad adquisitiva y en su continua pérdida de valor.
El Estado al servicio del poder: a contrario sensu del significado del Estado en las Repúblicas Democráticas, en la tierra de Maduro y en la actual Argentina de Massa, el Estado no está al servicio de los ciudadanos, sino que a todo servicio e interés de quienes están al frente del mismo. Sergio Massa lo ha profundizado con motivo de su candidatura. El Plan Platita y el Plan Miedo son sólo unas muestras de ello. Reparto indiscriminado y sin límite de plata sin ningún respaldo y uso de toda la infraestructura y los elementos de comunicación del Estado, derramando dinero e insuflando temor. Similar al uso arbitrario del Estado por el chavismo caribeño.
Relato falaz por encima de la verdad: el chavismo instaló un relato de épica revolucionaria falsa e incontrastable, persiguiendo hasta prohibir o apagar toda voz disidente. El kirchnerismo plantea un discurso permanente que contrasta la realidad virtual declamada con la realidad real. Miente, miente que algo quedará.
Alineamiento internacional: Irán, Cuba, Nicaragua, Rusia, China y obviamente Venezuela son los países que con habitualidad Argentina comparte ideas, posturas y posiciones en el ámbito internacional. Autoritarismos totalitarios alejados de las democracias occidentales.
El avión iraní con tripulantes venezolanos compartiendo con los iraníes y que aún permanece secuestrado en el país, es un hecho concreto de cercanía. Como la base china de imposible acceso en Neuquén.
Migración de ciudadanos: aproximadamente 7 millones de venezolanos emigraron de su patria. Perseguidos y ausentes de toda posibilidad de vida digna y de libertad, esa inmensa cantidad de venezolanos se han desperdigado por diversos países del mundo.
De ninguna manera esa cantidad se refleja en nuestro país. Pero sí un número importante de personas, jóvenes especialmente y muchos de ellos profesionales, persuadidos de carencia de futuro han abandonado el país. Triste y lamentable.
Sospechas de fraude: en Venezuela está confirmado y es habitual. En las últimas elecciones la fuerza de Javier Milei denunció haber sido objeto de numerosos actos de fraude. No se ha comprobado. Si resulta sorprendente urnas que tenían 100% de votos para una sola fuerza o los sorprendentes sobres sin votos encontrados en el recuento de votos de ciertas urnas en la ciudad de La Plata.
Todo lo enunciado confluye en un camino de similitud con Venezuela. La voluntad republicana y la convicción democrática de la ciudadanía pueden evitar que el país concluya su tránsito errante en la estación Venezuela.