La experiencia frustrante de mi compañero Fernando Díaz por la ausencia del crack argentino en la jornada por la Concachampios frente a Monterrey de Méjico estaba viva. Resumió lo vivido en una palabra sentenciadora: Perejil se autodefinió.
Creyó y confió en notas periodísticas y versiones orientadas que afirmaban que la presencia de Leo en el entrenamiento con el plantel superior de Inter Miami auguraba una posibilidad cierta de participar del importante encuentro frente a los mejicanos. Fiasco total; ni al banco fue. Desilusión grande por no disfrutar en persona el juego del astro con el agregado del costo de las entradas, para nada baratas para bolsillos argentinos.
Como buena argentina amo y admiro a Messi, aunque reconozco mis debilidades en el conocimiento del juego. Coincidiendo con Fernando en Miami, me ilusionaron varias menciones periodísticas y apariciones en redes sociales de que este sábado pasado era muy probable la presencia de Lionel.
Insistí con el desanimado Fernando en hacernos presente en el Chase Stadium y fue determinante la publicación en las redes oficiales del Inter Miami de la figura de Messi con la frase He’s back. No podía no ser cierto en esta ocasión. Refunfuñando, pero con algo de esperanza. decidió acompañarme.
Con entradas adquiridas por Ticket Master, con tiempo suficiente partimos para Fort Lauderdale, sede del estadio. Contentos y expectantes. Vamos a los detalles.
1) Presencia de público y valor del estacionamiento: en la previa y en los alrededores del estadio se advertía que había una mayor expectativa en la presencia del argentino. Mayor cantidad de gente que el miércoles pasado.
El “negocio” económico se hizo sentir en el costo del estacionamiento oficial, aumentado a 50 dólares contra los 35/40 u$ de la jornada anterior. Aumento al estilo argentino.
2) Venta de camisetas, banderas, gorros, remeras de Messi: en el amplio predio de estacionamiento varios vendedores ofrecían toda la gama de productos relacionados al astro argentino. Vendieron muy bien y por dos motivos: A) valor mucho más acomodado que las prendas oficiales de la marca Adidas. Para tener una idea: la camiseta oficial similar a la que luce el 10 llegó al valor de 200 dólares!. B) más del 90% de los simpatizantes que portan camisetas en el estadio lucen la 10 y no son pocos. Adultos, niños, adolescentes y jovenes de ambos sexos la portan con orgullo y fanatismo.
3) Desilusión inicial: acomodados en nuestros lugares nos abatió no observar la presencia de Messi en el precalentamiento previo. Ni siquiera entre los suplentes. Tampoco se mencionaba en el anuncio oficial los integrantes del banco. ”Otra ves sopa” exclamó Fernando con cierto grado de fastidio.
4) Comienzo del partido: integrado en su mayoría por jugadores suplentes, el Inter Miami lucía como un equipo mediocre, desvaído, muy defensivo y dominado por un Colorado Rapids de no mucha envergadura. Así se llegó al 1 a0 en contra por un burdo penal promediando el primer tiempo.
5) Sorpresa y ovación entusiasta: transcurriendo los 35 minutos del tiempo inicial y en el sector del fondo del equipo visitante apareció Lionel para realizar su entrada en calor.
Ovación de todo el estadio, acompañada por los altavoces del estadio con arenga y música. Se conmovió la cancha entera.
6) Juego y contagio: apenas comenzado el segundo tiempo todo cambió. La magia tocó las primeras pelotas, con su clase e inteligencia y todos los jugadores del equipo rosa parecieron contagiarse,renaciendo. Fervor, mayor actitud e incluso aparecieron algunas virtudes futbolísticas no mostradas en el tiempo inicial. Pases inteligentes y em profundidad del rosarino entusiasmaron al público.
A los 12 minutos, el mejor lo hizo: golazo,previo tocar el balón el poste derecho. Ovación, fuegos artificiales, fiesta.
Pocos minutos después, pelota profunda de Leo al lateral derecho, centro atrás y segundo gol. De perder e insulsamente a ganar en 20 minutos. Entraron refuerzos titulares, Busquet, Alba, Weigandt para acompañar al ídolo.
Todo parecía controlado e incluso se avizoraba un tercer gol, pero un exceso de confianza y quizás de asemejarse a los que saben sin tener sus habilidades, provocó una pérdida inconcebible y un contraataque que selló el empata final. Desazón que no opacó la alegría del retorno y el accionar de Leo.
7) El juego y el estado físico de Messi avizorando la Copa América: la calidad está presente e intacta, me repetía Fernando entusiasmado. Menos desplazamientos y movilidad física que lo habitual. Incluso se lo notó más fatigado que lo natural luego de algún pique más exigente. Claramente reguló su prestación durante los 45 minutos que estuvo en la cancha. Mucho tiempo caminando, más de lo habitual.
Una niña se introdujo sorpresivamente en la cancha para abrazarlo y Lionel mismo hizo la selfie, instantes antes que los forzudos guardianes rodearan a la jovencita. La trató con cariño. No corrió la misma suerte otro joven que irrumpió en el campo de juego. Retirado prestamente.
8) La alegría de la vuelta y la magia de su juego valieron el costo( no barato) de la presencia de Messi. Ciertamente ha revolucionado el mundo del fútbol de Miami y lo ha extendido a a toda la MLS. En todas las ciudades que visita el Inter con su presencia se produce un revuelo que trasunta en mayor venta de entradas y a precios más elevados. Otra cosa es con el 10. Negocio para todos.
Esperemos no se lesione nuevamente y llegue afinado para la Copa América.
Nosotros nos retiramos contentos y satisfechos. Fernando se sacó el gusto amargo de su frustración anterior y ambos lucíamos orgullosos como argentinos. Excesivo, pero así es el fútbol para los argentos. Nos sobrevaloramos.
Nota al márgen: salir al concluir el partido de la playa oficial es un desaguisado que nos llevó media hora. Ausencia de efectivos policiales, pocas vías de salida, aglomeración desordenada de vehículos y desemboque en una calle muy transitada con semáforos de larga duración que trababan el movimientode los vehículos. En EEUU también se consigue.