Es un tiempo suficiente para poner la lupa sobre los actos propios del gobierno de Javier Milei. Nos separamos claramente en los amaneceres del gobierno, de variados análisis que considerábamos prematuros y sin demasiados datos concretos para ahondar y abundar en opiniones.
Es tiempo ya de analizar el devenir del gobierno libertario partiendo desde dos ideas base: 1) desde el primer día señalamos que el gobierno entrante tenía mensaje e ideas claras y contundentes sobre la economía, la propiedad y su alineamiento con el mundo occidental y al mismo tiempo no enunciaba un plan de gobierno, carecía de equipos de gestión,el número de legisladores propios era escaso y no demostraba una vocación expresa de diálogo y acuerdos.
2)Vamos a poner el foco en tres temas: gestión, cepo e impuestos.
Gestión discutida: en este aspecto hay dos temas trascendentes a señalar y ambas son de alto impacto en el devenir de las cuestiones públicas. Es también indispensable encarar el análisis en el marco objetivo en que se desenvuelve el accionar del gobierno entrante; la muy grave situación en la que recibió Javier Milei el país el 10 de diciembre pasado. De justicia e ineludible indicarlo. Frente a esto:
a) Sorprende y preocupa que aún no se haya cubierto alrededor del 60% de cargos trascendentes en el organigrama nacional. Hay organismos importantes como Anses, Pami, entre varios más, donde kirchneristas camporistas permanecen en sus cargos y actúan en consecuencia. Daño directo, preciso y difícil de desentrañar la mora en cubrir esas posiciones, puesto que se bloquea y limita toda posibilidad de avance en la concreción de las ideas de cambio votadas por la mayoría ciudadana.
b) en varios de los lugares que si conducen los libertarios se puede señalar déficit de gestión que complica el ya dificultoso devenir cotidiano. Es el caso, como ejemplo concreto, de la obra pública paralizada en pos de arribar al déficit cero. Esto se aplica aún cuando los fondos para llevarlas adelante no dependen del Tesoro Nacional sino de organismos financieros internacionales. Resulta inaudito e inentendible. Los fondos están disponibles, depositados y esperando. Es puro déficit gestionario. Urge enmendarlo.
Se está notando, transcurridos los cinco meses de ejercicio del poder libertario, la ausencia de equipos y de nombres aptos para enfrentar el día a día en medio del descalabro existente.
Cepo firme: necesariamente para que florezcan y aparezcan las inversiones para reactivar la deprimida economía nacional se debe levantar el cepo. No es tarea sencilla, pero se percibe comodidad en el gobierno con su permanencia. Ello facilita un dólar estable, la adquisición continua de dólares para recuperar los fondos del Banco Central e incluso el control de las importaciones, aún cuando crece el monto de deuda del gobierno con los importadores.
Mientras más demore el proceso de liberación del cepo más lento y limitado será el proceso de recuperación de la economía. Varios economistas, cercanos a las ideas del presidente, consideran que para liberalizar y unificar el mercado cambiario es muy difícil que pueda conseguirse antes de fin de año, por las condiciones en que se desenvuelve la economía actualmente.
Simultáneamente hay un debate por el tipo de cambio y si está atrasado o no. El presidente en los últimos días ha defendido enfáticamente el valor de la moneda extranjera, negando una devaluación por encima del 2% mensual previsto. Dólar pisado para seguir disminuyendo los índices de inflación, aún con salarios privados y jubilaciones tocando su piso, por lo que para adelante deben inexorablemente aumentar siguiendo los índices inflacionarios.
El cepo vigente es un intríngulis complejo y difícil para la reactivación de la economía y las inversiones necesarias.
Aumento de impuestos: “ Me corto un brazo antes de colocar un nuevo impuesto”. Palabras de Javier Milei candidato. Obviadas u olvidadas en la realidad.
Aumentada la alícuota del impuesto país, ahora el tercero en la recaudación total general. Reinstalación del impuesto a las ganancias sobre las remuneraciones de los trabajadores, cuando había votado afirmativamente su eliminación, en la previa electoral, en pos del irresponsable “Plan platita” llevado adelante por Sergio Massa para acceder a la presidencia. Contradictoria su conducta ante la necesidad de fondos.
En el día de ayer se dispuso una medida contraria a el intento de conseguir inversiones. Se permitió la posibilidad de remitir de dividendos al exterior de las sucursales empresas transnacionales, pero se les agregó una nueva carga impositiva; la alícuota del 17,5% del impuesto país.
Alícuota final de una empresa que envía dividendos al exterior: 35% de Ganancias, más 7% de impuesto a la distribución de dividendos, más 17,5% de impuesto país. Alícuota final: 60%!!!!
La carga impositiva sigue siendo elevada y en aumento por Javier Milei. Contrario a lo pregonado y prometido y un obstáculo para las necesarias inversiones. Sin ellas no hay posibilidad de estabilización ni crecimiento económico. Mucho menos de la inversión extranjera. Para ellos el peso impositivo del 60% para remitir dividendos, resulta excesivo y limitante.
Vicisitudes a los cinco meses de inicio de la gestión del presidente libertario anarco capitalista.