Nunca segundas partes fueron buenas. El refrán popular expresa que no es conveniente continuar algo ya realizado con éxito. En el caso de Marcelo Gallardo y su vuelta a River, hasta este momento, la frase tiene plena vigencia.
El River de los últimos meses del año pasado y este de principios de 2025 es un pálido y triste remedo del victorioso y avasallante del liderado durante tantos años por Marcelo.
El desempeño pobre impacta de lleno en el entrenador y líder, pero no excluye a jugadores, actores principales dentro del campo de juego y dirigentes, ingenuos algunos y demasiado entusiastas, sin motivo, otros
Enumeremos el combo de circunstancias, decisiones, conductas y fundamentalmente el juego, que completan el descolorido, apático y falta de espíritu del equipo millonario actual.
Marcelo Gallardo: punto de partida esencial: el tránsito exitoso de Gallardo por River Plate va a quedar para siempre en la historia y memoria de riverplatenses y del fútbol argentino. Sin discusión. Catorce títulos en 8 años y medio.
Planteada la afirmación, vamos al presente y sus antecedentes. El “Muñeco” luego de varias especulaciones frustradas de su ida al superior fútbol europeo, recaló en el super millonario fútbol árabe. Específicamente en Arabia Saudita y en el club Al Ittihad, con contrato hasta junio de 2025, donde sólo duró seis meses en su estadía, dirigiendo 30 partidos, sin títulos y con campaña pobre para sus antecedentes: 14 triunfos, tres igualdades y 13 derrotas. 50% de efectividad.
Luego de un 0-5 en contra, eyectado prematuramente, con arduas y duras negociaciones por el monto a recibir por el despido anticipado. El mejor triunfo de Marcelo, la suma recibida..Lo que no pudo superar, aparte del mediocre desempeño de su equipo, fueron las rispideces con el crack Karim Benzema. Triunfo del francés.
Primer paso en falso.
El retorno al club millonario: en agosto de 2024, el presidente Jorge Brito anunciaba “ Es un día histórico para todo el mundo River”, recibiendo al idolatrado entrenador, que ya tenía una escultura(grotesca en las dimensiones de algún atributo) en su honor en las afueras del Monumental y largamente merecida para los hinchas.
Enorme expectativa, no respondida en general, sobre todo en la Copa Libertadores y también en el torneo anterior de la Liga. Nunca se vio la mano, pese a la incorporación de algunos refuerzos propios, que no dieron la talla. No era el equipo que el había armado, se adujo. Pese a una pretemporada corta e intensa en medio del torneo, el team nunca apareció. El golpe final fue una derrota sin apelaciones frente a Independiente Rivadavia.
Temporada 2025: ahora sí. Todo el equipo a su gusto, con pretemporada completa y en el lugar elegido. Sin excusas y al ruedo. Tibio, tirando a frío. Lejos del equipo que supo construir en su primer paso, sin juego fluído y con tremendas dificultades para llegar al gol. Falta de juego asociado, repleto de nombres, prácticamente sólo nombres, a excepción de Gonzalo Montiel. Abanderado casi solitario del mejor espíritu riverplatense, en medio de las defecciones generales.
El rostro de “Napoleón” al borde del campo en la mayoría de los partidos, así lo reflejó. Disgusto, disconformismo, adusto y duro, su cara espejo que reflejaba lo que ocurría.
Los jugadores: más nombres y remembranzas que realidades. Enumeremos, con una aclaración previa: se desprendió de todos los que había elegido Martín De Michelis su predecesor eyectado. Inédito, al punto que algunos no jugaron ningún partido oficial.
Retorno de viejas glorias: decisión difícil , compleja y a luces de lo aportado hasta ahora, desafortunada.
Ramiro Funes Morí, Manuel Lanzini, Gonzalo Martinez, Martinez Quarta, Enzo Perez, Germán Pezella, Matías Kraneviter, Sebastián Driussi, éste entre paréntesis. La mayoría con la edad a cuestas. Sus épocas de calidad asegurada aparecen más como deseo y esperanza que de realidad factible. Pueda que se conviertan en lo esperado; aunque se vislumbra complejo.
El paso del tiempo viene con lesiones frecuentes y pérdida de velocidad y repentización en el juego. En cada fricción o encontronazo, terminan en el piso y en la mayoría de las ocasiones reclamando faltas inexistentes o dolores teatralizados. Exageran, aparecen fingiendo y le dan una señal clara a sus rivales.
Hay caras que lo dicen todo, sobre todo las de Lanzini y Kraneviter, aunque también en ocasiones se ve en la mayoría de los nombrados. Excluído Enzo, que quiere pero le cuesta. Los demás, demasiado tibios.
Los seleccionados Pezella y Martinez Quarta no son titulares indiscutidos. Es más, aparece Paulo Díaz como más confiable y seguro, sin mencionar las continuas deficiencias físicas de los retornados.¿ Y entonces?
Otros refuerzos, no los de casa propia que regresaron: Marcos Acuña es campeón mundial y bicampeón de América, al igual que Pezella. Agradecimiento y reconocimiento para siempre, sin discusión.
Tema desempeño en River. Fuera de forma física, con lesiones frecuentes, no se confirma como titular. Alejado del vigoroso lateral que defendía y atacaba por igual. Disputa el puesto con el próximo a retirarse Milton Casco. ¿Y entonces Marcelo?
Rodrigo Villagra costó una fortuna. Nunca se afirmó como titular, se está yendo al fútbol ruso, por mucho menos de lo que costó y hasta el presente el River poderoso, el que debe afrontar la Libertadores y tiene el privilegio de participar en el mundial de clubes, tiene a Enzo y Kraneviter como opciones de cinco. Estaría llegando, retrasado el colombiano Castaño.¡Y entonces Marcelo?
Los tres, Acuña y Casco, los cinco Enzo y Kraneviter. Todos cercanos al retiro. Sin volantes que lleguen al área y con escasos pases filtrados o entrelíneas, configuran un ataque anodino y falto de gol, con el agregado de delanteros desconectados y poco y mal asistidos e intrascendentes, como el caso especial de Sebastián Driusi, proveniente de años en un fútbol de menor relevancia; el de EEUU.
Se transfirió al único jugador que actuaba sobre las bandas, Pablo Solari. Aportaba velocidad, desborde, algunos goles, centros más precisos, con entusiasmo, ganas y también desorden. Se nota su ausencia. ¿Nacho Fernández sigue siendo jugador? El intrascendente Lanzini juega más que el.
Los dirigentes: en el último año no han acertado en lo futbolístico, aunque han invertido más de 30 millones de dólares en refuerzos. Voluntad sobró, en eficacia y eficiencia, difícil aprobarlos.¿ Ingenuos en reincorporar las figuras que había partido? ¿Mal asesorados por Gallardo?
Deudores este último tiempo en el tema fútbol, son excelentes, sobresalientes en el resto. River Plate es de los más grandes de Sudamérica en infraestructura, educación con escuela propia con edificio impecable y excelencia en campos de entrenamiento para juveniles e infantiles. El River Camp y la sede Cantilo a un kilómetro del Monumental lo atestiguan.
El Estadio Más Monumental es el mejor de Sudamérica y la remodelación a nuevo de todo lo que funciona en su interior, es impecable. 10 sobresaliente.
Un problema no menor: En fútbol,los resultados mandan.Los dos últimos torneos, más la defección en semifinales de la Copa Libertadores, son preponderantes. Si no se gana siempre es fracaso. Es injusto, pero es lo que sucede. Más cuando decisiones no afortunadas, conllevan malos resultados.
Es el dilema que afrontan Gallardo, los jugadores y los dirigentes. La Copa y el Mundial de Clubes se avecinan. Con este presente el panorama es oscuro y preocupante.
¿Podrá Napoleón, fundamentalmente y este grupo de jugadores sobreponerse a este gris presente? A develarse proximamente. No pagan en las apuesta, por ahora, dos pesos.