Las ideas y las obras son buenas, de necesidad y reflejan interés y ocupación por parted de la Ciudad capital de Mendoza.
La comuna emprendió un plan de reparación y repavimentación de numerosas calles e intervino en forma completa sobre dos cuadras de la calle Sarmiento, las comprendidas entre 25 de Mayo y Belgrano.
Correcto y oportuno, porque muchas de esas arterias sentían el paso del tiempo y su tránsito diario era dificultoso e incluso complejo para los vehículos, que sufrían el deterioro del pavimento.
La idea conjunta entre propietarios de comercios y la comuna sobre la importante y transitada Sarmiento fue un acierto, ya que se puede convertir en un polo gastronómico y vínico de alto interés para turistas y los propios mendocinos.
Numerosos hoteles, de diversas categorías; dos de ellos de cinco estrellas, rodean la avenida restaurada y embellecida, como luce la primera cuadra habilitada. Puede el sitio convertirse en un punto icónico de visita.
Siempre, lamentablemente hay un pero. Lo difícil de entender es que es un pero que podría haberse previsto y obviado.
Las obras en las diversas calles mejoradas, no se han completado, por lo que en numerosas de ellas, falta finalización completa de las tareas. Aparecen obstáculos, con vallas precarias, montículos de arena y tachos plásticos naranjas por doquier.
Completa el desatino la ausencia absoluta de señalización correcta de dichos obstáculos, situación que se agrava durante la noche, porque en todos hay carencia absoluta de señales lumínicas que adviertan sobre la necesidad de manejo cuidadoso, ante las obras en curso.
Varias de dichas dificultades llevan bastantes días sin apreciarse operarios en tareas para dar punto final a lo no resuelto en tiempo y forma. Hay puntos emblemáticos, como la esquina de Avenida Emilio Civit y Paso de los Andes, que resulta peligroso, sobretodo en horario nocturno.
Muchas calles de la quinta sección sur son un testimonio elocuente de lo señalado.
Es esperable que contratistas y comuna arbitren con celeridad la solución a lo señalado.
La calle Sarmiento, también por imprevisión e incluso por algunos problemas ocultos, ha visto demorada su obra de mejoramiento y embellecimiento. Vecinos confirmaron a MDZ, que surgieron desaveniencias entre el municipio y las empresas de servicios de agua y gas.
No obstante ello, la primera cuadra, que va de Belgrano a Perú ha sido habilitada y luce muy bien. Los propietarios de restaurantes y vinerías, sin embargo, luchan contra el polvo en suspensión, que permaneció luego de finalizar las tareas.
Dificultad también sencilla de obviar. Basta que la comuna, al igual que realiza cuando finalizan la Vía Blanca y el Carrusel vendimial, disponga de vehículos hidrantes y personal necesario, que disipen todo vestigio de tierra y polvo en suspensión que perdura.
Es necesario, cuando se realizan tareas postergadas durante largo tiempo y otras inteligentes que agregan valor; todas con el propósito de mejorar la calidad de vida, que se lleven adelante en tiempo y forma, con prevención de todas las vicisitudes o dificultades y sin parches y precariedades que opacan lo bueno y necesario. Es posible.




