Con voluntad, persistencia, sin apoyo del aparato partidario y con un singular optimismo desde el principio, Luis Petri encaró su precandidatura a gobernador dentro de Cambia Mendoza.
Su postulación, en principio, estaba enmarcada por dos puntos de especial consideración: el primero el desafío que significaba enfrentar a Alfredo Cornejo, líder único e indiscutible de la UCR y que con su presentación como precandidato desalentó a todos aquellos radicales que tenían la misma intención. Con el líder no hay competencia posible.
El segundo punto, era de un tinte subjetivo fuerte; Petri no olvidó nunca la postergación a la que lo sometió Cornejo en la elección anterior. A su deseo de reelegirse como diputado nacional, la respuesta negativa fue contundente. Se le ofreció la candidatura a la intendencia de San Martín. No estaba en los planes de Luis.
Desde ese punto de partida, comenzó su tarea ciclópea. Enfrentar al coloso y al aparato entero, con dos excepciones. Julio Cobos lo apoyó explícitamente, incluso colocando nombres y en especial el de Patricia Gimenez, para la vice gobernación. Ernesto Sanz, enfrentado con Cornejo, lo acompañó pero no en forma abierta. El resto, vacío total.
Tuvo una idea de slogan de campaña movilizante, directa y que interpelaba en forma expresa al gobierno:” Mendoza está en modo pausa”. Para atemperar la dureza de su interpelación agregó; “desde hace muchos años”. Atemperando o aclarando, oscureció. La gobernación de Cornejo incluída. Juego fuerte.
El resultado final fue fructífero. Perdiendo su disputa interna , terminó siendo un triunfador. El 40% de votos obtenidos lo ubicó como el tercer candidato individual más votado. Éxito y proyección futura. Caras compungidas de Tadeo García Zalazar y Ulpiano Suarez; competidor fuerte y no visualizado para la gobernación en el 2027. Enfado manifiesto en Alfredo Cornejo y el gobernador Suarez. Sin ambiente festivo en el bunker ganador.
Sin embargo, la actitud inmediata de Petri al finalizar el acto electoral, devolvió el ánimo y el espíritu al oficialismo triunfante.
Petri puso “en modo pausa”, su espíritu y arenga preelectoral. De inmediato se sumó al bunker de Cambia Mendoza, previa llamada insistente de Patricia Bullrich y el consiguiente enojo de Cobos y algunos otros allegados. Compartió el festejo y continuó en los días subsiguientes junto a la comitiva oficial en actos gubernamentales.
Promovió la candidatura a Patricia Gimenez a una diputación nacional, rechazando el ofrecimiento personal que recibiera y proclamó en forma masiva que sus principales ideas de campaña, sobre seguridad, educación y economía iban a ser aplicadas por Rodolfo Suarez y receptadas por el candidato Cornejo de Cambia Mendoza.
En las redes sociales y en radios y medios que auscultan las opiniones ciudadanas, se notó en varias de ellas desconcierto y cierta desilusión. Habrían votado apostando a quién señalaba asertivamente los problemas y las debilidades de gestión que habían colocado a la provincia “en modo pausa” e inmediatamente, finalizada la elección, su referente se colocaba en” modo pausa oficial también”.
Habrá que ver como decanta esa porción de electores que entendió contradictoria la conducta de Luis Petri. El ánimo y el pensamiento ciudadano son inescrutables, propios, en oportunidades complejos y difíciles de entender. Pero son soberanos.
En las cercanas elecciones generales provinciales quedará plasmado si la conducta de Petri fue inocua y sin ninguna consecuencia adversa a Cambia Mendoza, o si por el contrario el desencanto fue trascendente y se expresó en diferente sentido.
En principio no pareciera peligrar la posibilidad de volver Alfredo Cornejo a gobernar la provincia. Se verá el próximo 24 de setiembre.
Donde no está en modo pausa es en su posibilidad de acompañar a Patricia Bullrich como candidato a vicepresidente en las Paso. En esta circunstancia también hay enfrentamiento entre dos mendocinos. Ernesto Sanz aspira que el bonaerense Maximiliano Abad sea el elegido. Alfredo Cornejo pugna por Luis Petri. Todo conectado.