Son 20 años que el país estuvo atravesado, con el interregno de los cuatro que gobernó Mauricio Macri, y sus fallas, por el halo de corrupción kirchnerista. Un sistema, un método que en algunas actividades, como la obra pública, llegó a normalizarse. Con excepciones valiosas y valientes, la política, los medios de comunicación y la sociedad en general algunos soportaron, estuvieron silentes varios y otrosnhasta aguantaron con estoicismo el estropicio.
La gran cantidad de hechos delictuales y su sucesividad también colaboraban en el acostumbramiento general y al estado ruinoso de las irregularidades y delitos, como normalidad en la gestión de la cosa pública.
Porqué la afirmación actual de”desmoronamiento de la corrupción K”. Hay motivos esenciales.
1) La gravedad de la crisis económica: el deterioro sostenido de la economía y su impacto social han llegado a un nivel insostenible. La pobreza superando el 40%, la indigencia llegando al 10% y la cantidad de niños y jovenes hasta 14 años pobres, alcanzando el 60%, es lascerante e inaguantable.
Inflación muy elevada en torno al 140/150% anual y caída estimada del PBI alrededor del 3%.
Ímdices más graves desde los años 2000/2001. Números inaceptables que erizan la sociedad y la vuelven reactiva e intolerable a la corrupción sistémica.
2) La exposición pública de la corrupción en todos los niveles de la administración pública y desperdigada por varios lugares del país: los hechos de corrupción más resonantes orbitaban alrededor del mundo Kirchner.
Es necesario recordar muchos de los hechos y nombres para evitar el olvido y apreciar la dimensión de la corrupción sistémica instalada bajo la sombra del poder.La memoria es corta, hay que refrescarla.
Julio De Vido en prisión domiciliaria, Amado Boudou con condena firme, Lázaro Baez condenado y miembros de su familia también, los empresarios K muy cercanos a la familia Kirchner, Cristóbal López, Fabián De Sousa y Gerardo Ferreyra,
Carlos Santiago Kirchner el primo, Ricardo Jaime condenado y portador de los bolsos a la Casa Rosada, Rudy Ulloa el valet personal, el recientemente condenado Claudio Uberti por la valija de Antonini Wilson, los bolsos en el convento de José López, Roberto Baratta, Ricardo Etchegaray desde la Aduana y la Afip. Los secretarios personales Daniel Muñoz y Fabián Gutierrez, asesinado en busca de su fortuna personal.
Juan Carlos Lascurain, Walter Periotti, Osvaldo Sanfelice, socio en la inmobiliaria com Máximo, Romina Picolotti, condenada en su paso por medio ambiente, el “Mono” Minicelli, hermano de la esposa de De Vido, César Milani, Ernesto Clarens el operador de los dólares y euros. La lista sigue y muy numerosa, hemos mencionado sólo algunos de los nombres y hechos más resonantes. Memoria.
3) Diseminación por el país: El caso Emerenciano Sena en el Chaco, sumado al ejército privado de Milagros Sala en Jujuy, condenada por varios delitos , junto al autoritarismo y corrupción institucional de Gildo Insfrán en Formosa, con los miles de paraguayos llevados a votar en cada ocasión, dejaron expuesta la foto indebida e indeseada del norte de la Argentina.
En el Sur obviemos Santa Cruz pero atendamos el caso de Tierra del Fuego, una creación artificial y subsidiada por todos los argentinos en la ficción de una industria nacional de avanzada. Simple armadero de partes importadas y con régimen privilegiado.
La cloaca del Conurbano colapsó con Martín Insaurralde, luego del chocolatazo de Rigau. Desparpajo, robo, impudicia, silencio de casi todos, estupor, acabaron en cansancio social. Inaguantable.
4) Justicia militante: la exposición pública de jueces a todo servicio, que firman sentencias insólitas e indignantes, funcionales a toda la corrupción imperante, tuvo un paso más en la última tropelía del Senado de la Nación, prestándole supuesto acuerdo a la ex jueza Ana María Figueroa, ya jubilada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Objetivo: Impunidad de Cristina y conflicto de poderes.
Ha sido demasiado, todo junto impacta. Cualquiera sea el resultado que depare la próxima elección, el sistema de corrupción se desmorona día a día.
Su persistencia y evidencia están a la vista y la mayoría del pueblo ya no la soporta, la repudia. En las elecciones Paso el 70% de los argentinos se pronunciaron contra el oficialismo y todo el tipo de sus prácticas de gestión populista, el desbarranco económico y mirando para otro lado las escándalos y la corrupción. Muchos actores de estos desaguisados no pueden exponerse a la luz pública.
El pueblo entero debe evitar la profundización y continuidad de esta desgracia que tanto daño causó y aún sigue impactando en el sufrido país. Punto final.
Joaquín Del Tirso Fernando Díaz