Por encima del miedo que predomina en la sociedad argentina, según asegura el analista Guillermo Oliveto surge de sus focus groups, y el deterioro económico y social prevalentes, aparece como imperioso “entender u ordenar el actual aquelarre del país.
Ordenemos desde los actores principales:
Javier Milei: las contundentes afirmaciones, desde su arribo al podio, han ido mutando, mitigándose y en algunos casos aparecen lavadas.
La Casta política sigue vigente en todas sus apariciones públicas, pero atenuadas con algunos personajes” casta pura”, e incluso sumados a sus filas. Luis Barrionuevo el prototipo. Parecen haber excepciones que valen la pena.
La relación con Sergio Massa kirchnerista, proveedor de muchos nombres en las listas de La Libertad Avanza ha quedado explicitado. Relaciones peligrosas e inconvenientes. La tibieza en la referencia al affaire”Chocolate Rigau” en la legislatura bonaerense, lo acerca un tramo a la denostada casta. Hubo exceso verbal en su reiteración afirmativa de que el peso argentino”no vale ni excremento”, que lo afirma desde el año 2018. No”sirve ni para abono”, viene repitiendo desde entonces. Coherente en eso.
Irresponsable fue el consejo de no renovar los depósitos a plazo fijo por parte de los tenedores. No es ya el economista joven que comenzaba a aparecer en la escena pública. Hoy es el candidato más votado en las Paso y tiene posibilidades ciertas de ser Presidente. Prudencia y tacto político deben prevalecer por la emocionalidad verbal. Sus palabras tienen consecuencias, no las que le endilga el kirchnerismo, pero pesan. La responsabilidad máxima es de Massa, Cristina, Alberto y el gobierno kirchnerista.
La dolarización viene con matices en la discusión entre economistas cercanos y la motosierra prevalece en las caravanas y está atenuada en el discurso.
Las encuestas, aún con las dudas que generan, lo ubican en primer lugar en la carrera presidencial. Pareciera insuficiente la adhesión para triunfar en primera vuelta, pero no está descartado en absoluto.
Sergio Massa: la abdicación y el silencio” ruidoso e inexplicable” de Cristina y Alberto, lo convirtieron en presidente de hecho, ministro de Economía y candidato presidencial. Luego del resultado de las Paso, abandonó su triple cargo y se quedó en el de candidato con poder omnímodo provisto por la caja del Estado Nacional a su disposición. Imaginó u olfateo alguna posibilidad electoral e irresponsablemente devaluó sin red protectora y comenzó una orgía de emisión descontrolada, incrementando el ya inmenso déficit fiscal y en consecuencia la inflación. Plan Platita LLegar a todo vapor. Frustrado por la aparición de los temidos cisnes negros.
Chocolate Rigau y el yate Bandido en los mares de Marbella fueron golpes muy duros. Kirchnerismo puro y duro en acción. Fuerte para la opinión pública e incluso para los fanáticos K que todo lo justifican, aún cuando la realidad se les caiga encima. Disminución de adhesión electoral en puerta y el Plan Llegar a boxes.
Más concluyente y negativo para su inmensa e ilimitada apetencia política fue la corrida cambiaria post Paso y que llegó a su locura máxima con el dólar blue llegando a los 1.000 pesos por dólar. Valor de pánico y exagerado. Enojado y desconcertado mandó los perros olfateadores de la Afip a la city porteña y prometió cárcel a los”cuatro o cinco pícaros” que lucran con la desgracia colectiva.
Insustancial, insuficiente y cínico. Es el propio autor del desastre económico y social actual, basta con observar los datos de pobreza, indigencia y el índice de inflación desde que es ministro de economía. Trágicos e imposibles de obviar. Sigue anunciando devaluaciones selectivas, manotazos improvisados.
No alcanza más con el Ah pero Macri, la pandemia, la guerra en Ucrania, la sequía, Milei, los especuladores del dólar. Responsabilidad propia exclusiva. Se puede reflejar en las urnas el accionar de Massa, que superó la categoría de ventajita, mago, ilusionista, etc. Abundan los adjetivos descalificativos ahora.
Apareció Alberto: última hora: denunció a Milei y a Marra por”intimidación pública”. Está.
Patricia Bullrich: fogoneó con entusiasmo, convicción e inhabilidad inconcebible para una política con su experiencia, la interna con Horacio Rodriguez Larreta. Éste, inexplicablemente “no vio venir el resultado negativo”, lo sorprendió; así quedó. Declaraciones negativas, altisonantes y desmedido e imprudente presunción de futuro triunfo electoral nacional, concluyeron sólo en un triunfo pírrico en la interna de Juntos por el Cambio.
El golpazo de las Paso inmovilizó a Patricia y a gran cantidad de dirigentes de Juntos por el Cambio. Parálisis demasiado prolongada. Los sucesivos triunfos electorales provinciales, sobre todo los obtenidos en provincias tradicionalmente peronistas, fueron atemperando el daño y reubicando lentamente a Patricia en la disputa electoral. Demasiado tenue para lo que demanda la ocasión.
El desconcierto se reflejó en el primer debate. Dubitativa, poco clara y nada combativa desperdició una de las pocas balas de plata que le quedaban.
Apareció muy mejorada en el segundo debate. No dejó pasar la oportunidad de Insaurralde ni la corrida cambiaria. Lució aproximada a su estilo habitual . También la ha favorecido Carlos Melconian. Ducho ante la requisitoria periodística, aporta conocimiento, previsibilidad, plan y equipo para afrontar el desastre económico en que ha dejado el país el kirchnerismo masista.
Repiquetean un mensaje que es cierto: Juntos por el Cambio tiene legisladores nacionales, muchas provincias que gobiernan, experiencia en la gestión pública( esperemos le sirva para no cometer los errores anteriores) y equipos suficientes en todas las áreas.
Viene Patricia remando de atrás.¿Le alcanzará el esfuerzo? Ellos se encuentran animados. Veremos, está difícil, pero no parece imposible. Ayudan los cisnes negros peronistas y algún exceso oratorio imprevisto de Milei.
Queda para los ciudadanos concurrir a las urnas. No se puede abdicar el propio poder de elegir a los representantes delegados. Hay que llenar las urnas de votos. El desastre actual lo exige. Pensemos en hijos, nietos e inclusive en nosotros mismos. Con conciencia, inteligencia, responsabilidad, en libertad y en defensa propia.
Fernando Díaz