Apenas ratificada por la Cámara Federal de Casación Penal la sentencia por el delito de fraude al Estado, Cristina Kirchner cambió drásticamente el giro de su relato defensivo.
Al comienzo de su periplo por los tribunales de Comodoro Py por las varias causas que la tienen procesada, el foco defensivo se centró en la presunta teoría del lawfare con la intención de desligitimar los juicios por corrupción. Esta línea de argumentación se extendió simultáneamente a los juicios contra los expresidentes Lula de Brasil y Rafael Correa de Ecuador.
Esta “presunta” guerra entablada por el Poder Judicial contra opositores tendría como objetivo frenar o impedir la carrera política de los exmandatarios que dejaron el poder envueltos de sospechas de corrupción.
Lawfare deriva del término “warfare” que significa “guerra o “hacer la guerra” y refiere a las maniobras para enjuiciar, encarcelar o vituperar a un dirigente político de relevancia. Esto se lleva a cabo mediante una alianza entre los servicios de inteligencia, el Poder Judicial y los medios de comunicación.
Durante años centraron Cristina, sus laderos y seguidores su teoría defensiva en la continua “difamación mediática” que expande el accionar encabezado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, con el aporte de los servicios de inteligencia.
Agotada sin éxito la referencia de la judilización de la política, producido el doble conforme de Casación, la señora insistirá con esa argumentación y otras coadyuvantes, pero cambió 180 grados el eje de su discurso público defensivo.
Centró su argumentación en la persecución judicial con el objeto de disciplinar a la dirigencia política en su condición de mujer.”Como no se bancan que una mujer tenga razón y no me pueden dar una piña, hacen lo que hicieron hoy en Comodoro Py”.
“Cuando sos mujer, todo te lo hacen 20 veces más difícil.Y si por algo me castigan no solamente es por todo lo que hice sino porque soy mujer”. Ella la todopoderosa, aparece débil y vulnerable por su condición de mujer
”Por todo lo que hice”. Vaya si hizo.!
Apelación al feminismo expreso, cuando vale recordar, años atrás Cristina expresó concretamente que no era feminista. A posteriori, también en un giro total, se aferró a los pañuelos verdes.
En espera de su apelación ante la Suprema Corte, las dirigentes mujeres cercanas a Cristina replicaron con énfasis la apelación de su condición de mujer, como causal principal de su sentencia condenatoria. Giro nuevo en el relato público al que adhirieron amanuenses habituales y militantes activos.
Todo acompañado por su relanzamiento político con la asunción de la presidencia del Partido Justicialista( al que defenestrara y minimizara siempre, incluso con palabras soeces “Que se lo pierdan en el or::::” supo decir).
En simultáneo “el pequeño dictadorzuelo”,(Cristina dixit),el presidente Javier Milei, le quitaba la jubilación y pensión de privilegio.¿ También por su condición de mujer?
La guerra continuará, ahora con la incorporación del recurso defensivo feminista. Soy mujer, por eso me persiguen y condenan.Alrededor de 20 jueces y fiscales no opinaron lo mismo. Machirulos serán.