Se ha convertido en un camino tortuoso, escabroso, arduo y de tránsito diario durante las 24 horas.
La presión de la realidad, impregnada de una atmósfera confrontativa y binaria, obliga a MDZ a transitar, dada su postura democrática y republicana, auspiciadora de consensos que faciliten acuerdos superadores, claramente conocida desde su origen, a atravesar ésta realidad compleja. No es la habitualidad del país e incluso de la realidad mundial en estos tiempos.
Son tiempos de confrontaciones fuertes, explícitas, sin titubeos, en medio del derrumbe del sistema político tradicional. El populismo autoritario inclinó fuertemente la balanza, lo que produjo la reacción natural de balanceo, que se frustró en conseguir el equilibrio y se inclinó hacia el otro extremo. Claramente definidos los bordes de la grieta, sin medias tintas ni aparentemente posibilidad alguna de acuerdos consensuados superadores.
Grieta y sin opción. A colocarse en uno u otro extremo.
En este escenario de derrumbe político y económico, autoritarismo populista extremista y ante una sociedad hastiada, emerge en apenas dos años Javier Milei y llega a la presidencia de la Nación. Se ubica rápido y contundentemente en el otro extremo de la grieta.
MDZ comparte muchos principios que sustenta el presidente.
La libertad, cercenada de diversos modos por el autoritarismo K, es un valor esencial en la vida comunitaria. El populismo la limitó, sin necesidad de encarcelar a los ciudadanos. Interviniendo la economía, aumentando la pobreza e indigencia y convirtiendo a los necesitados en rehenes de supuestos “dirigentes sociales” que a voluntad disponían los mendrugos que repartían, previa sumisión a reglas cuasi esclavizantes..
Propalando un relato único falaz, que los hacía únicos dueños de la Patria, mientras la degradaban. Despreciando también el mérito y el progreso, tratando de igualar a todos hacia abajo. Adoctrinando niños y jóvenes sin ocuparse en educarlos, con el fin de volverlos más dependientes.
En el orden internacional, relacionándose con regímenes totalitarios e incluso asesinos, entre otras varias calamidades más, la libertad se limitó.
Darle ética y honestidad al servicio público es otro factor clave. La corrupción horadó la administración pública y reinó campante y a la vista de todos. Sin ningún tapujo. Necesario erradicarla y que también los servidores públicos efectúen su tarea con corrección en el trato y resolución en lo solicitado.
Consideramos correcto también lograr el déficit cero y la ausencia de emisión. Es un factor clave para eliminar el flagelo destructor de la inflación, calamidad que nos ha dominado y destruido con persistencia. Es necesario estabilizar la macro economía, para brindar estabilidad, seguridad y confianza y conseguir crecimiento general y homogéneo, fruto de inversión, empleo seguro y salarios más que dignos.
El vínculo con el mundo libre occidental es también importante, apartándose de las autocracias autoritarias, en muchas ocasiones convertidas en violadoras de derechos humanos esenciales y hasta en asesinas de disidentes.
Terminar con el clientelismo “cuasi esclavizante” era de obviedad evidente y urgente, como generar trabajo bien remunerado que devuelva dignidad. Basta de avivados gerentes intermediarios de la pobreza, manipuladores de indigentes y desposeídos necesitados, a merced de “falsos solidarios” preocupados y en realidad, ocupados en ellos. Aprovechadores inescrupulosos.
Ausencia de educación adoctrinadora por parte de educadores militantes, como el imperio de una justicia objetiva, con ausencia de jueces o fiscales corruptos o garantistas en extremo y hasta abolicionistas, son conceptos y políticas que auspicia y comparte MDZ.
En todos estos conceptos generales, estamos de acuerdo, sin posturas ni actitudes genuflexas, ni intereses económicos o pragmáticos.
El Estado: concordancia en abolir el estado inmenso, inútil, paralizante y reservorio sin límite de militantes, incapaces e ignorantes. Ese es el Estado que hay que eliminar. Aquel donde reinó la corrupción, el llamado”Estado presente”; que en realidad brilló por su ausencia, el ineficaz e ineficiente.
A diferencia, hay que construir el Estado Útil, sin necesidad de destrozar desde adentro el Estado entero.
Es imprescindible implementar el Estado al servicio de los ciudadanos y erradicar el que sirve sólo a los funcionarios de ocasión, delincuentes, ineptos o carentes de toda empatía social.
Urge apostar y alentar a la concordancia y la pacificación. Demasiada tensión y conflictividad ha soportado la ciudadanía.
No todos los que disienten o vierten opiniones diferentes de buena fe, son ratas, parásitos o mandriles. Tampoco son ensobrados los periodistas no afines a ojos cerrados. Hay quienes han demostrado largamente ser democráticos y republicanos durante toda su carrera y no son enemigos. Con valentía y persistencia enfrentaron al autoritarismo populista. Apoyan y critican. No son militantes, ejercen periodismo independiente.
Sobran los periodistas militantes, fanáticos, ensobrados ciertamente y que apuestan a la caída del gobierno libertario. Gozaron por su adhesión sin límite y bien remunerada, las mieles del poder populista. Lo extrañan, añoran y lo necesitan.
Tampoco es conveniente destruir o cooptar las fuerzas políticas democráticas que han colaborado con la gobernabilidad. Se requiere prudencia, inteligencia y practicidad para aventar los riesgos de volver al doloroso, y prolongado pasado. Se pueden construir frentes o coaliciones de quienes comparten ideas básicas fundamentales. No todo lo que no es propio o cooptado es necesario destruirlo. Por el contrario, es peligroso.
En medio de todo lo descripto es sumamente difícil bregar por lo que expresa MDZ, que tiene como objetivo esencial insistir y cooperar por el fortalecimiento de la democracia republicana, colaborar en mejorar la institucionalidad y aportar por la vida digna y pacífica para los argentinos.
Tenemos ideas y convicciones firmes y no transitamos “el camino del medio”, el de triste fama auspiciado mentirosamente por Sergio Massa, ni la vía no eficiente ni eficaz proclamada por Horacio Rodriguez Larreta, que amplió de burócratas el estado de CABA y abundó en inversión de dinero sobre todo tipo de medio de comunicación.
Adherimos con convicción a lo expresado claramente con anterioridad, disentimos con respeto y fundamentación lo que consideramos errado y perjudicial para la mayoría, respetamos la institucionalidad y no nos ubicamos en ninguno de los dos extremos de la grieta, ni en dueños exclusivos de la verdad. Es difícil, muy difícil, sostener nuestra posición, cuando prevalece la confrontación extrema.
No cejaremos en ello. El republicanismo democrático es el mejor marco para que, con legalidad y legitimidad, gobiernos que valoran la libertad y la institucionalidad, administran para la totalidad de los ciudadanos sin excluidos, respetan la propiedad privada, valoran el mérito, alientan la inversión privada y el espíritu emprendedor, luchan activamente contra la corrupción y buscan la inserción en el mundo occidental que nos alejen de las autocracias totalitarias.
Ello alentaremos, sin fanatismo y criticaremos lo que se desvíe de esas ideas. Apostando a un equilibrio,que no es temor, conveniencia ni especulación, y alejados de los extremos de la grieta. Tratándo de estar en el justo medio necesario. Pueda que lo logremos y no defraudemos.