(La furia de la naturaleza fue la causante. En una Argentina fracturada, agrietada en profundidades inéditas y crecientes y en medio de un gatopardismo sorprendente y con persistencia escalofriante y extrema a las disidencias, la foto de Axel Kicillof, Luis Petri Y Patricia Bullrich, afrontando la catástrofe de Bahía Blanca, conmueve y deja un hálito de esperanza.
Duele que la tragedia sea el vehículo que posibilita la racionalidad. Pero es un hito a no dejar pasar.
La responsabilidad pública que significa conducir los destinos de los ciudadanos está por encima de diferencias y desaveniencias lógicas, elevadas a extremos ilógicos y hasta irracionales..
Obviamente hay conflictos entre oficialismo y opositores; Confrontaciones, atajos, chicanas e idas y vueltas conforman la vida diaria dentro del marco democrático y de libertad.
Lo que es inadmisible es la confrontación extrema e insalvable del monstruo devorador de la grieta implacable e insalvable, sin tapujos, grises ni opción de convivencia o acuerdos.
La foto habla por si sola y que sea un principio de racionalidad y responsabilidad de que hay instancias y necesidades, amén de las tragedias, donde la política tiene que dialogar y acordar.
Que la dolorosa tragedia bahiense nos deje un inicio de racionalidad tan necesaria e insoslayable. Basta de demencia.