La frutilla del postre fue el papelón por la derrota en el día de ayer frente a Excursionistas por la Copa Argentina. El equipo porteño participa en el torneo de Primera B, la tercera categoría del fútbol nacional.
El triunfo del equipo porteño fue merecido y no amerita discusión alguna. Lo que sorprendió fue la pobre actuación del elenco tombino, que viene transitando dificultades varias y de índole diversas. Algo pasa en Godoy Cruz. Veamos.
1) Desempeñó futbolístico: desde hace ya un tiempo prolongado el equipo transita un pobre desempeño que provocó el alejamiento del histórico Daniel “Gato” Oldrá de la dirección técnica y de su reemplazante Ernesto Pedernera. Un sólo triunfo en el certamen de este año, precedido por la mediocridad del campeonato del año anterior son señales claras y evidentes.
Esteban Solari, proveniente de familia de futbolistas y entrenadores, se ha hecho cargo de la conducción técnica. Sus primeros pasos aparecen dificultosos.
2) Situación política interna: el binomio José Mansur/ Alejandro Chapini que fue determinante en el crecimiento del Expreso y lo convirtió en el club mendocino de fútbol más relevante a nivel nacional e internacional, aparece roto, fracturado, distanciado.
Chiapini es desde 2021 presidente, y Mansur el vicepresidente primero. Roles invertidos.
Mansur se reservó el manejo exclusivo del fútbol. En solitario y con mano firme. El resto abstenerse.
En general, el “Pepe” tuvo éxito en la gestión del fútbol. Equipos profesionales sólidos, con la elección de entrenadores de poco renombre, que sin embargo, aportaron al buen andar, sin antecedentes anteriores. Inferiores e infantiles preponderantes en Mendoza y no tanto en el orden nacional.
La construcción del Predio de Alto Rendimiento Coquimbito efectivizado durante la presidencia de Mansur es de calidad y reconocido por todo el mundo del fútbol nacional.
Durante su larga gestión manejó el club con mano firme y apartó a históricos dirigentes, todos valorables, que no compartían su estilo de manejo. Conducción unipersonal, también con resultado sólido en lo económico/financiero.
En lo político futbolístico nacional siempre se alineó con la conducción de Julio Grondona hasta su fallecimiento, para luego continuar cercano a “Chiqui” Tapia. Pragmático, pero altamente discutible.
Desde el distanciamiento con Chiapini, continuó manejando en solitario y discrecionalmente el fútbol, pero aparecen los primeros tropiezos continuados. Campañas mediocres en el segundo semestre del año anterior lo excluyeron de la Copa Libertadores y en el presente torneo, disputadas siete fechas sólo obtuvo un triunfo. Se suma el mazazo de la eliminación temprana de la Copa Argentina. Amanecen nubarrones.
3) Violencia de la barra brava y despropósito de aficionado descontrolado: la barra brava de Godoy Cruz es brava.Preponderante el “Rengo” Aguilera y su familia y su manejo y disposición de la droga. Inmanejable para las autoridades y complejo para el gobierno provincial.
Anunciaron previamente sin tapujos que iban a suspender con violencia el partido con San Lorenzo. Lo hicieron a cara descubierta y con la increíble pasividad de la policía provincial ante la impotencia del público y la dirigencia.
La poca eficacia del poder provincial en la prevención y represión de la violencia y los desmanes de los barras, impactan de lleno en el andar del club. Para colmo, un joven solitario y descarriado impactó con un palo a un juez de línea en el partido de local con Talleres de Córdoba. Suspensión del match y dura sanción de la AFA. Ahí pena el presidente Chapini tratando de mitigar el rigor del castigo. Mansur al margen.
4)Estadio nuevo: por la presión de hinchas y simpatizantes el club emprendió la renovación,prácticamente a nuevo, del viejo estadio tombino. Esfuerzo económico inmenso pronto a finalizar, aunque demorado y aún sin fecha cierta de inauguración.
Ha requerido la participación de la municipalidad para abrir nuevas calles y aminorar en lo posible el impacto ambiental de la presencia multitudinaria en partidos importantes.
Sobre la marcha se conocerán los efectos de la presencia del nuevo estadio en las zonas aledañas.Pueda que sean positivos.
Godoy Cruz vive un bajón futbolístico, una ruptura y crisis dirigencial que aparece insalvable, que agrega fuego a las llamas de los malos desempeños en la cancha y que lo sufren jóvenes futbolistas nacidos en el club y que cargan injustamente los problemas que ellos no causaron. Suma un plantel pobre en calidad de jugadores con experiencia. No ahondaremos en los problemas que hubieron con jugadores y las apuestas deportivas.
Es necesario que dirigentes recapaciten, recuperen el camino correcto y la convivencia, para superar desaveniencias y volver el buen andar del Godoy Cruz que enorgullecía a propios y extraños.
Que en Godoy Cruz pase algo, pero bueno, positivo.