La situación es de tal complejidad, que la actitud ciudadana y la inteligencia pragmática son requisitos esenciales para transitar este período preelectoral en el que el aporte de cada argentino agregue valor y a su vez ninguno sea objeto de fullerías y engaños a la orden del día.
Actitud ciudadana: transitadas varias elecciones provinciales, el aumento de ausencia de votantes y también el incremento de votos en blanco y nulos es evidente.
Cansancio moral, desesperanza, rechazo a la política y sus actores, crisis económica prolongada con inflación muy elevada, son algunas causas del apartamiento e incluso rechazo consciente y explícito al deber cívico de votar.
Cuando recurrimos al concepto actitud ciudadana, nos referimos a recuperar el espíritu y la voluntad para ejercer nuestro poder y cumplir con el deber ciudadano. Votando, delegamos el poder en quienes nos representarán.
En democracia el poder reside en el pueblo. Cada ciudadano tiene una cuota parte de ese poder. En las democracias representativas ese poder lo depositamos en quienes confiamos nos van a representar de la mejor manera. Es delegación de nuestro poder. No abdiquemos ni lo abandonemos.
La gravedad de la crisis nos demanda actitud ciudadana proactiva y participativa. Votemos.
Inteligencia pragmática: decididos a votar y atento a lo que se insinúa en los comienzos del período electoral, hay que estar muy atentos a los mensajes atemorizantes y acciones engañosas que comienzan a desperdigarse en el espacio público.
Hay campaña del miedo pretendiendo instalarse. Los argentinos ya hemos transitado por varios infiernos reales con el devenir de los años. La mayoría, salvo los jóvenes, conocemos el miedo real y concreto y no debemos dejarnos amedrentar por temores infundados e incluso mentirosos o falsos. No hay espacio ni posibilidad de que corra sangre, ni de actitudes dañinas intencionadas, ni de ajustes crueles dolorosos
Quienes lo presagian mienten, engañan.
Tampoco hay lugar para propuestas fatuas o promesas de futuro venturoso, fácil de conseguir. También mienten o engañan sus propaladores. El estado de la Nación es perfectamente conocido e incluso sufrido por los ciudadanos.
Ni ajuste sanguinario, ni paraíso al alcance de la mano. Propuestas serias, posibles de entender y con conciencia de que se refiere tiempo y esfuerzo para salir del pantano en el que estamos.
Se anuncian créditos subsidiados para jubilados empobrecidos. Demagogia electoral con la plata de todos. Maltratados durante muchos años, ahora les ofrecen “ espejitos de colores”. Comenzó el Plan Platita 2, menguado por la imposibilidad de emitir descontroladamente.
Tampoco se podrá afrontar la realidad sólo con coraje y energía en el ejercicio del poder, ni eliminando las graves distorsiones económicas de un plumazo y rápidamente. Tampoco sin políticos ni política.
Hay que recorrer un camino prolongado y tortuoso, con planes concretos, creíbles y factibles de éxito. Bien concebidos y ejecutados, el tiempo de comenzar a ver sus frutos, no puede ni será inmediato, pero tampoco tan prolongado como para caer más profundo en el abismo.
Actitud y conciencia ciudadana y no dejarse timar por tramposos, engañadores o vendedores de falsas ilusiones.
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