“París es una fiesta”. Alrededor de 30.000 afortunados y fanáticos seguidores de la selección nacional se espera la acompañen el próximo viernes en el Stade de France. Hinchada argentina típica que corea el himno y alienta como pocas en el mundo del rugby. Millones van a alentar desde las pantallas de televisión.
Hay entusiasmo desbordante y esperanza. Ser semifinalista lo amerita, arribaron sólo cuatro equipos a esa instancia. Argentina uno de ellos. Logro inmenso que se completa con el hecho de que como adelantara el capitán, llegaron a Francia para disputar siete partidos. Compromiso cumplido.
Vamos a lo complicado y difícil. La parada frente a los All Black es de alta dificultad. Son amplios favoritos los de negro y justificadamente.
Argentina debe subir un par de escalones para tener posibilidades de triunfo. En simultáneo, los neozelandeses bajar el nivel que alcanzaron luego de ser derrotados en el partido inicial por el eliminado anfitrión Francia.
Luego del fracaso inicial, prácticamente destrozaron a Italia participante del 6 Naciones, propinandole más de 90 puntos. Fue un trámite con suplentes el match con Uruguay y también abultado resultado a favor.
Lo más trascendente fue el triunfo ante el equipo con mejor ranking mundial; Irlanda.En un partido de alto nivel, de lo mejor visto en los últimos tiempos, superó el equipo neozelandes un obstáculo inmenso en su búsqueda del título. Ahora enfrentan al equipo nacional.
Son superiores a Los Pumas, pero pese a ello, si se coligan varios factores simultáneamente, hay una posibilidad.
Factores necesarios: 1) Los Pumas deben jugar en su máximo nivel: si bien fueron levantando partido a partido, con lo exhibido en el triunfo frente a Gales no alcanza. La cita demanda disminuir al mínimo los errores y maximizar lo bien hecho.
Obtención total en las pelotas propias en las formaciones fijas y sin retroceder un centímetro en el scrum. Maul compacto y avanzando en todas las instancias es clave. Rucks rápidos, con liberación veloz de la pelota son claves.
Defensa: el coraje y la decisión Puma están asegurados. Hay que agregar tackles contundentes, sin falla alguna y derribantes dentro del reglamento, con impulso para ganar la línea de ventaja. Es un esfuerzo máximo, físico y técnico. Nunca deben perder el orden y tampoco se pueden cometer infracciones susceptibles de sufrir puntos en contra. No se debe retroceder en los agrupamientos. Defensa individual y colectiva perfectas son necesarias.
Atención especial en los costados cercanos en los rucks defensivos. Sufrió el equipo un try en ese aspecto del juego en el partido con Gales.
Recepción de salidas: durante el torneo han habido pérdidas y desinteligencias en este aspecto del juego. No está permitido en este partido. Hay que salir urgente y bien del campo propio. El equipo debe haber tomado nota de la falencia y trabajado en ese sentido.
Ataque: no son abundantes las opciones ofensivas que permiten los All Black, aparte de tener una gran defensa( demostraron con creces esta cualidad los últimos cuatro minutos en el partido con Irlanda. Contuvieron 32 facetas de ataque) se mantienen concentrados y firmes durante todo el juego. Las pelotas de ataque de calidad deben ser aprovechada en porcentaje máximo. No se permiten pérdidas ni errores indebidos. Debe el equipo nacional aprovechar al máximo toda posibilidad de conseguir puntos.
Juego aéreo: algo mucho más habitual en el juego moderno, en esta ocasión debe ser perfecto en la recepción, evitando toda pérdida y quirúrgico cuando es kick propio, para conseguir la recuperación de la pelota y en posición ventajosa, el equipo esta yendo hacia adelante.
Cuidado especial con las infracciones peligrosas: obviando la necesidad de no cometer infracciones innecesarias que sumen puntos en contra o llevar a jugar en campo propio, por el celo puesto por la Internacional Board en la penalización de acciones con peligro, el equipo nacional debe ser extremadamente cuidadoso. La sanción mínima de tarjeta amarilla es una carga pesada. Diez minutos con un jugador menos se siente en demasía en estos partidos. Hay un peligro mayor; muchas acciones se revisan y terminan en expulsión. Máximo cuidado.
2) Los All Blacks deben bajar un escalón: la cita para tener posibilidad de éxito requiere de colaboración del adversario. El team neozelandés debe proveer una ayuda y no jugar en su máximo nivel. No es imposible. Los jugadores no son máquinas perfectas y pueden no tener una jornada plena.
Emiliano Bofelli lo definió: “Debemos hacer el partido perfecto y ellos no estar iluminados y jugar el máximo”. Concreto y acertado.
La cita es complicada, pero no imposible. Hubieron en los dos últimos años dos triunfos contra los All Blacks. Varios jugadores argentinos del plantel actual fueron partícipes del triunfo.
Esperemos por una actuación nacional acorde a lo expresado, un rival no perfecto y la cuota de suerte necesaria.
Independientemente de lo que suceda, disfrutemos la instancia a la que llegó el equipo, sintamos orgullo por Los Pumas y alentemos donde sea que estemos.