Fernando Zavater es un lúcido escritor y periodista español. Llevaba 47 años escribiendo columnas en el diario El País de España. Incomodando últimamente con sus escritos al sesgo editorial claramente oficialista partidista, fue despedido por la directora del diario María José Bueno. Luego de ser eyectado, Zavater se expidió con contundencia.
“De ser progresista, de centro izquierda, con las virtudes y defectos propios, El País pasó a convertirse en portavoz del peor gobierno de la democracia española después de la muerte del dictador”.
”De ser el diario de referencia pasó a convertirse en un risible epítema de la prensa al servicio de la política”.
Para desacomodar arremetió contra las periodistas columnistas del diario:” Otro elemento que empeora este diario otrora prestigioso es una desafortunada invasión femenina”. “Nos ha tocado el lote menos lúcido, tanto las de la casa como las importadas, salvo las honrosas y escasas excepciones de rigor, son tan sectarias y aburridas como los varones con quienes se codean”. Fulminante y abordando un tema muy complejo en la actualidad.
El País habitualmente sostenedor de la social democracia de izquierda, en los últimos tiempos se convirtió en una tribuna particularmente partidaria del socialismo(PSOE) español del jefe de gobierno Pedro Sánchez.
EL desbalance se ha centrado en el método todo vale de Pedro Sánchez para conseguir los votos necesarios para seguir en el poder, pese a haber finalizado segundo en las elecciones de julio del 2023, método apoyado a rajatabla por El País.
Al habitual acompañamiento del bolivariano,símil kirchnerismo, de Podemos,dentro de la coalición Sumar, pero con casi nula representación, ahora sumó a los separatistas radicales vascos de Bildu, algunos de cuyos integrantes tienen las manos aún teñidas de la sangre vertida, y a los independientistas catalanes, con el prófugo Puigdemont a la cabeza y con residencia en Bélgica para evitar ser juzgado. Anmistía total le están demandando a Sánchez los catalanes. Incordio para condenados por sentencia firme por el Tribunal Supremo español, aunque ya fueron indultados por el propio Pedro Sánchez.
El tema que nos ocupa es el fanatismo partidista ciego de los medios de comunicación, en que ha incurrido el otrora prestigioso El País y que se emparenta con lo que sucede con numerosos medios en la Argentina.
No se pone en duda ni discusión el sentido ideológico editorial de todo medio. Se simplifica calificándolos de derecha o izquierda,calificación estrecha y no adecuada. Los hay liberales, republicanos y democráticos, hay social demócratas, social cristianos, progresistas pragmáticos de izquierda y los hay extremistas fascistas de derecha e izquierda y los fanáticos oficialistas mercantilistas.
Pasa mucho en el país los extremismos y han sido propulsores y colaboradores del ahondamiento de la grieta.
El kirchnerismo cooptó medios, atemorizó y discriminó a otros y apoyó con creces económicamente a “creaciones supuestamente periodísticas a su servicio”.
El camaleónico Daniel Hadad fue “apretado y obligado en realidad a desprenderse de C5N y su radio. Cristóbal López y Fabián de Souza se hicieron cargo de C5N y lo convirtieron en una vocería del kirchnerismo gobernante y en una central de operaciones sin ética ni límites. Sumaron a esta carrera el otrora prestigioso Ámbito Financiero y otros medios.
El sindicalista millonario José Santamaría ha constituido un holding mediático con Página 12 a la cabeza. Tiró por la borda el prestigio del diario fundado por Jorge Lanata y sumó radios, canal de televisión y medios de vía pública todos al servicio de la causa K.
Caso extremo es El Destape del periodista económico Roberto Navarro, militante ultra K, devenido en millonario con los aportes suculentos de fondos estatales y también arquitecto de un grupo de medios. Sustentado con aportes suculentos del gobierno nacional y de Axel Kicillof desde la provincia de Bs As. Dueños, militantes ultra confesos y retribuídos generosamente con fondos de todos los argentinos.
En el otro extremo se ubican Medios no partidarios, pero con periodistas críticos en extremo. Sin ningún termino medio y a tiempo completo. Excesivo en el otro sentido, pero aclarando que sin llegar al extremismo desvirtuador de los militantes fanáticos y de los aprovechados económicamente.
El mundo libre debe propender a un periodismo que sostenga sin remilgos ni debilidades las democracias republicanas representativas o parlamentarias, que anide voces divergentes en libertad y sin atacar o herir esas democracias y que reciban recursos económicos de los gobiernos que publiciten sus actos, no que hagan propaganda, y en el monto que corresponda a la cantidad de lectores, oyentes o personas que siguen sus programas, promoción del pluralismo y las voces diferentes y alcance geográfico.
Es necesario propender a medios libres, democráticos, plurales y no dependientes exclusivamente del dinero público. Con opinión crítica libre, responsable y fundada. Sin servilismo ni excesos. Con equilibrio y desde todo tipo de ideología, excluidos solamente los dogmatismos autoritarios populistas.
No es pecado como señalan los errados, enojados, interesados o extremistas, que los medios tengan pautas del Estado que publiciten actos de gobierno, como planes de vacunación, obras nuevas de conveniencia y uso colectivo, prestación de servicios en nuevas plazas y mucho más.
Es inadmisible que los gobiernos provean recursos cuantiosos para hacer propaganda o solventar posturas editoriales favorables, acríticas y a periodistas militantes y fanáticos del oficialismo
Esto es lo que denunció Fernando Zavater y por ello fue eyectado. Nuestro respeto a Fernando. Y el lamento por lo que supo ser El País.