Diariamente MDZ coloca encuestas de índole general y deportivo para que, sin una intención rigurosamente científica, pero asentadas en temas de interés actual y en el sentido común, los lectores se expresen.
En este caso vamos a referirnos a dos, que tuvieron muy buena participación y que fueron un claro ejemplo de la amplitud de criterio y razonabilidad de quienes frecuentan MDZ. Conceptos que nos entusiasman y enorgullecen.
En la primera de ellas, el diario, ante la afirmación del presidente Javier Milei que Victoria Villarruel estaba más cerca de la casta que del gobierno, inquirió a sus lectores si creía o compartía lo afirmado por el presidente.
De un total de 7.341 participantes, el 54% no compartió la opinión presidencial. Una cantidad muy importante. Sólo el 19% estuvo de acuerdo con lo expresado por Milei. Para el 27% no fue de su interés. Porcentaje no desechable.
Interesante la encuesta en adhesión para participar y en sus conclusiones. Victoria no es percibida como más cercana a la casta que al gobierno ni interrelacionando con el círculo rojo.
Milei abundó afirmando que Villarruel no tiene ninguna participación en las políticas y decisiones del gobierno y que desde tiempo atrás y por decisión propia no formaba parte de las reuniones de gabinete. Tajante y excluyente.
En general, cuando el diario pregunta sobre la gestión del gobierno o sobre la persona de Milei, la respuesta de los participantes es favorable al oficialismo y a la persona de Javier Milei. No en esta oportunidad.
Es posible reflexionar en un doble sentido:
1) Victoria Villarruel suscita adhesión y cercanía desde muchos ciudadanos que simpatizan con el presidente e incluso puede que lo hayan votado. No es una adhesión ciega e incondicional. Acompañan lo que consideran correcto o acertado y disienten en lo que no comparten. Una señal muy alentadora.
Por su parte, quienes compartieron una opinión favorable a ella, confirman que Victoria tiene peso y personalidad política propias , pese al encono que le dispensa Karina Milei, explicitado elocuentemente por el presidente. Al igual que los lectores de MDZ.
2) La relación entre el presidente y la vicepresidenta no escapa, lamentablemente, a lo que sucedió con todos los binomios presidenciales desde 1983, a excepción de la relación entre Mauricio Macri y Gabriela Michetti. Todos terminaron enfrentados, algunos suscitando graves crisis institucionales, como el caso de Fernando de la Rúa y Carlos Alvarez.
Es de esperar y alentar que las diferencias no se incrementen y agraven. La salud política, institucional, económica, social del país no lo permiten y sería una enorme irresponsabilidad que ello ocurra. Se debe propender a una convivencia normal, aún en las diferencias, que evite profundizar la grieta existente. Es un anhelo mayoritario.
Claudio “Chiqui” Tapia y sus colaboradores cercanos.
En esta encuesta la respuesta fue abrumadora. De 4.000 participantes, el 81% se expresó desfavorablemente a la conducción de “Chiqui” y sus colaboradores cercanos, Pablo Toviggino y Federico Beligoy, a cargo de los árbitros, los más íntimos.
Una rara avis, en realidad no tan rara. La AFA se ha convertido en una empresa estilo multinacional rebosante en dinero y exitosa en su objeto específico. El seleccionado argentino mayor es el campeón del Mundo, doble campeón de América y lidera con comodidad las eliminatorias para el próximo mundial.
El mayor problema es que el accionar diario de la AFA, valga la contradicción, reluce por su oscuridad.
Cambios sobre la marcha en la organización de los torneos despiertan sospechas y agregan imprevisibilidad. Un desatino inmenso la suspensión de los descensos en pleno desarrollo del campeonato. Hay que agregar el aumento a 30 equipos del próximo torneo de la Liga Profesional. Desatinado el número y las posibilidades económicas.
Los arbitrajes son continuamente cuestionados y no sólo por la incapacidad de los árbitros. Favoritismo hacia ciertos equipos, vista gorda a acciones del juego evidentes y la aplicación dudosa del VAR, acumulan dudas y críticas.
Equipos favorecidos abiertamente; Barracas Central, el del presidente y Deportivo Riestra, sin infraestructura adecuada para un equipo de la Liga Profesional y sorprendentemente y de hecho, funcionando como si fuera una SAD, Sociedad Anónima Deportiva, mala palabra para Tapia y la AFA. Contradicción expresa y evidente.
Basta observar el estado económico,financiero y de infraestructura que viven la mayor cantidad de clubes de fútbol del país. Su situación es calamitosa y quienes más lo sufren son los niños y jóvenes, con sus respectivas familias, que sueñan con ser futbolistas profesionales.
Se entrenan en canchas la mayoría en mal estado, por entrenadores no calificados y mal remunerados, con falta de todos los elementos necesarios para una buena formación y compitiendo en canchas mayoritariamente en mal estado.
Para ejercer su pasión y ansias de futuro tienen un costo elevado. Pagan al club que los acoge una cuota mensual, abonan cuota anual a la Liga o Asociación en la que compiten, muchos deben abonar su ropa de entrenamiento e incuso cuando viajan las familias deben solventar un porcentaje del costo de los traslados.
Como plus hay clubes que traban de todas las maneras posibles el paso de los niños o adolescentes a otro club. Exigen aporte en dinero o pelotas de fútbol y no de la mejor manera. Lo traban o lo hacen muy complicado. Clubes que no “brindan el mejor acompañamiento a niños y jóvenes y no les inculcan el sentido de pertenencia”, les dificultan y tratan de impedir de formas variadas, el progreso individual en otra institución. Perros de hortelano.
AFA millonaria y poco transparente, mayoría de clubes pobres, infraestructura deficiente e instituciones que no apañan a sus divisiones inferiores y entorpecen de mala manera todo intento de mejora de los jugadores que se inician.
Los lectores de MDZ fueron categóricos: el 81% descalificó la gestión de Tapia y sus colaboradores. Es posible que a ellos no les preocupe. Gozan las mieles del éxito individual y del seleccionado mayor.